Cerco al alcohol al volante

Cerco al alcohol al volante

Una investigación nacional mostró que aún bebiendo una copa aumentan los riesgos.

 LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
13 Febrero 2016

El proyecto de tolerancia cero para los conductores tucumanos está listo y tiene el visto bueno para ser aprobado en la próxima sesión de la Legislatura. La nueva ley traerá mucha polémica. Pero los expertos la defienden porque cada vez hay más conductores ebrios que protagonizan accidentes. Una investigación nacional mostró que aún bebiendo una copa aumentan los riesgos. También se probó que ninguno de los trucos antialcohol son efectivos

La experiencia de Salta

Nicolás Fernández - LA GACETA de Salta

Según datos oficiales, en Salta el 65% de los siniestros viales fueron protagonizados por jóvenes de entre 17 y 33 años que manejaban en estado de ebriedad, pero ni la Tolerancia Cero logró disminuir la cantidad de muertos por accidentes de tránsito, tanto por la falta de controles como por la irresponsabilidad de los conductores.

El último fin de semana de julio de 2014 comenzó a aplicarse en Salta la medida que redujo a cero la tolerancia de alcohol en sangre a la hora de conducir, primero en la ciudad como ordenanza y dos meses después como ley provincial aplicada a todos los departamentos. Pero ni el importante acuerdo legislativo, ni la preocupante cifra de muertos en accidentes viales (Salta es la quinta provincia del país con mayor cantidad de víctimas de este tipo, seguida por Tucumán), lograron el consenso en la opinión pública.

“El que tomó un vaso no pierde facultades, el que tomó muchos sigue manejando igual”, sostuvo el ex Defensor del Pueblo de la provincia, Álvaro Ulloa, quien además consideró la medida como “confiscatoria”. Esa fue, a su vez, la postura de un importante sector de la sociedad que cuestionó ya no poder siquiera brindar.

Al mismo tiempo que se convirtió en ley provincial, el por entonces secretario de Tránsito, Carlos Caruso, reconoció que la ciudad disponía únicamente de cinco alcoholímetros, por lo que la cantidad de puestos de control eran insuficientes. Hasta hoy, no se observan en Salta una cantidad adecuada de controles de alcoholemia, ni durante los fines de semana, ni por los tradicionales festejos de carnaval y ni siquiera en los puntos claves de circulación.

Probablemente esa sea la explicación que justifique que durante 2015, el primer año calendario completo con aplicación de la normativa, los números de víctimas no sólo no hayan disminuido sino que crecieron notoriamente.

Durante 2013 perdieron la vida 222 personas en accidentes de tránsito. El 2014 fue alentador ya que las víctimas descendieron a 180, pero el 2015 fue catastrófico, contabilizando 264 muertos y demostrando que con la legislación no alcanza. En lo que va de este año, ya fallecieron 23 personas por siniestros viales.

Por lo visto hasta ahora en Salta, la Tolerancia Cero sólo será verdaderamente efectiva cuando los controles sean cuantitativamente adecuados, aunque quede una vez más demostrado que el temor a la sanción no es suficiente. Urge la aplicación de educación vial desde los primeron niveles de enseñanza para concientizar sobre los riesgos y trascender de esta manera el carácter paliativo que hasta ahora supo tener la controversial medida.

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PUNTOS DE VISTA

Los pro y los contra de la norma

Gustavo Marangoni - Toxicólogo, experto en alcoholismo

La nueva ley será sin dudas útil para evitar discusiones y altercados durante los operativos. En teoría la gente no andaría calculando cuánto ingirió de alcohol. También sabemos que ya existe alcoholemia cero para taxistas, choferes de transporte de pasajeros o de camiones etc. y por lo tanto nos es una novedad sino una ampliación al resto de la sociedad. Si la idea es disminuir el consumo de alcohol por parte de los conductores, la experiencia y la práctica en otros países muestran que estas medidas no dieron los resultados esperados. Los test de alcoholemia positivo siguen teniendo una tendencia creciente en Europa y Estados Unidos. O sea el control como elemento de generar cambio en la modalidad de ingesta no es efectivo.

En cambio estos controles sí son efectivos cuando se los aplica con otro objetivo, como ser una política de prevención de riesgos y reducción de daños. En ese caso no es necesario la alcoholemia cero sino la tradicional de 0,5 g/l que es cuando el alcohol enlentece la reacción, altera los reflejos, hay perturbación motriz y una sobrevaloración de las capacidades de conducción. Lo que yo hubiera hecho en todo caso es extender la alcoholemia cero en las rutas de toda la provincia porque aquí sí aparece un factor que ya se presenta en concentraciones un poco más bajas y es la dificultad de mantener la atención focalizada durante horas de manejo.

Por otro lado es un despropósito no considerar otras sustancias igual de peligrosas para manejar, como tranquilizantes, marihuana y otras drogas psicoactivas que alteran la capacidad de conducción.

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"En esto se nos va la vida"

Juan Masaguer - Médico, experto en emergencias

La ley de alcoholemia cero es una buena medida. La apoyo porque se trata de defender la vida. Si a los choferes profesionales se les exige esto porque no a los conductores particulares, muchos de ellos padres que llevan familias en sus autos o motos. La responsabilidad de estos no es menor. Está comprobado que aún con los límites permitidos hoy, 0,50 gramos de alcohol en sangre, aumenta el riesgo potencial de accidentes porque la persona aún si ha consumido poco sufre alteraciones en los reflejos y ve disminuida su visión periférica.

Otros países que ya llevan bastante tiempo aplicando esta norma, como Brasil, mejoraron los índices de siniestralidad en las rutas y otros caminos.

Los tucumanos tendremos que incorporar en nuestra cultura que si vamos a tomar alcohol, lo mejor que podemos usar es el taxi. Se tiene que poder.

Los que trabajamos en emergencias hemos visto que con los controles de alcoholemia en la provincia no han bajado en los últimos años los accidentes mortales. Vemos alrededor de 500 incidentes con víctimas fatales en un año. Entonces, además de la nueva ley habrá que prever si aumentan los controles o se hacen más efectivos. Porque sabemos que muchos los eluden. Y no faltan los que se paran a pocos metros de los controles y se ofrecen para pasar los autos. Son los famosos “pasacoches”. Hay que terminar con la viveza criolla. En esto se nos va la vida. Es muy serio. El 60% de los accidentes graves tienen un conductor ebrio. Vemos que la gente no se está cuidando. Las ambulancias de la provincia atienden 55.000 hechos por año; la mitad son accidentes.

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