Con humor y acción, Deadpool se convierte en superhéroe

Boca sucia y superhéroe. Mejor dicho, un típico antihéroe. Ese es Deadpool, un personaje de Marvel que interpreta el actor canadiense Ryan Reynolds. Sí, el ex Linterna Verde ahora se calza un traje rojo y no para de maldecir, de golpear y de disparar. Por ello, en “Deadpool” pesa tanto la comedia como la acción.

El filme explica la génesis de Deadpool: Wade Wilson es un antiguo agente de las fuerzas especiales convertido en mercenario, que luego desarrolló cáncer, y en un esfuerzo por encontrar una cura, se anotó en el programa Arma-X. Ese experimento le otorgó un poder de curación sobrehumano, velocidad, fuerza y agilidad. Pero luego de cada herida, las cicatrices quedan y por ello debe usar el traje, para esconder su físico repleto de escaras. Así, armado con sus nuevas habilidades y un retorcido sentido del humor, Deadpool se propone dar caza al hombre que casi destruye su vida.

Durante sus 108 minutos, abundan los chistes sobre la saga “X-Men” y “Linterna verde” (el protagonista exige que cuando lo conviertan en superhéroe no le elijan un traje -justamente- verde), las malas palabras, el humor políticamente incorrecto y hay imágenes de contenido sexual y violento. Reynolds explicó que el guión fue “un trabajo colaborativo” entre los guionistas y el resto del equipo, incluido él mismo, que dijo conocer todos los detalles del personaje.

El director es Tim Miller, que en su pasado fue candidato al Oscar por un corto; este es su debut en el largometraje. Mientras que la historieta original fue creada por Fabián Nicieza y Rob Liefeld (uno de los escritores y dibujantes de las sagas principales de los X-Men). Mientras que Nicieza es un guionista que nació en Argentina (abandonó el país a los 4 años), escribió X-Men y guionizó algunas aventuras de Superman

Antes de su estreno, los medios norteamericanos han esparcido críticas buenas y malas, entre las que se destaca la de Todd McCarthy (The Hollywood Reporter): “Deadpool se revela como una burla realmente obscena, sucia y divertida de todo el género de superhéroes, así como en la primera película Marvel que destruye a la propia marca (…) Por cierto, en Deadpool está el mejor cameo de Stan Lee. Es realmente divertido”.

Los pronósticos sobre el filme apuntan a que será un éxito: los productores creen que recaudará entre 65 y 70 millones de dólares. Lo que resulta un buen panorama, para una película calificada para mayores de 16 años. Y por este motivo, la 20th Century Fox ha dado la orden de comenzar inmediatamente con la secuela.