Según la Corte, las últimas estadísticas indican que bajó la morosidad de los fueros civiles

Según la Corte, las últimas estadísticas indican que bajó la morosidad de los fueros civiles

El presidente Gandur presentó los números a sus pares y dijo que hay que avanzar con la revisión integral de los sistemas procesales El informe confirma que el fuero de Documentos y Locaciones sigue siendo “el reloj suizo” de los Tribunales provinciales

LA CORTE VE UNA MEJORA EN EL RENDIMIENTO JUDICIAL. El alto tribunal en pleno (desde la izquierda): Sbdar, Goane, Gandur, Estofán y Posse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO) LA CORTE VE UNA MEJORA EN EL RENDIMIENTO JUDICIAL. El alto tribunal en pleno (desde la izquierda): Sbdar, Goane, Gandur, Estofán y Posse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
10 Febrero 2016
Las últimas estadísticas disponibles revelan una mejoría en el rendimiento de los fueros civiles de los Tribunales locales, según el informe que Antonio Gandur, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, compartió con sus pares durante la semana pasada. Estos números contrastan con el discurso de Edmundo Jiménez, quien desde comienzos de año sostiene que el Poder Judicial de Tucumán está sumido en una crisis general. Si bien el documento de Gandur guarda silencio sobre el diagnóstico de Jiménez, el texto da cuenta de que el mayor caudal de causas está radicado en el fuero penal -donde el Ministerio Público debe impulsar los procesos- y recuerda que la Corte ha sido pionera en la búsqueda de soluciones destinadas a paliar su abarrotamiento (ver: “Más de 7.200 causas ingresaron...”).

En la cabeza del Poder Judicial, la tasa de resolución (sentencias dictadas o archivos y paralizaciones dispuestas respecto de las causas ingresadas) es del 78%, según los datos recogidos a finales del segundo cuatrimestre del año pasado. El número de casos que llegan a la Corte (última instancia judicial provincial) no cesa de aumentar: en 2014 entraron 1.318 expedientes; en 2012, 912 y en 2000, 801 causas (la serie surge de notas de archivo).

“Al 30 de diciembre había una sola sentencia para resolver vencida en ambas salas de la Cámara en Familia y Sucesiones de la capital”, detalla el informe de la Corte. Una situación semejante exhibían los juzgados de Familia y de Sucesiones de San Miguel de Tucumán, siempre en función del mismo texto. Este asimismo consigna que el nivel de causas en trámite también va disminuyendo en el fuero Civil y Comercial Común -al respecto, cabe recordar que el año pasado hubo fricciones entre Gandur y seis de los ocho jueces capitalinos de esa órbita por la supuesta existencia de procesos de concursos y quiebras con 10, 20 o 30 años de antigüedad-. Los números muestran un crecimiento de actividad en el fuero de Cobros y Apremios. El descenso de la morosidad alcanza asimismo a los Tribunales de Concepción.

El fuero de Documentos y Locaciones de la capital sigue siendo “el reloj suizo” del Poder Judicial, como Gandur mismo lo bautizó a finales del año pasado, luego de ser reelecto presidente. Esta área está al día, con una tasa de resolución del 96% en 2014 que trepó al 102% en los primeros ocho meses de 2015 (ello quiere decir que, en ese período, hubo más fallos dictados que juicios ingresados).

Aunque la información estadística refleje la tendencia a la disminución de la cantidad de procesos pendientes de resolución en los fueros civiles, Gandur consideró que no había que cantar victoria. El jefe del alto tribunal precisó que era necesario avanzar con la reforma integral de las reglas procesales. “Ello es así porque los sistemas escritos (en vigor en todos los ámbitos judiciales provinciales, con la excepción del juicio oral y público del proceso penal) contienen vicios como la falta de inmediación y la delegación de las funciones judiciales, entre otros, que son comunes a todas las provincias y naciones que los aplican”, explicó.

Una comisión inactiva

Se impone incrementar el número y la importancia de los actos orales durante el trámite de los expedientes, sobre todo a partir del 1 de agosto, cuanto entró en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. “Cabe destacar que esta Corte es pionera entre los poderes públicos en cuanto a la manifestación de la necesidad de revisión de las legislaciones procesales tanto en el orden penal como en el civil o no penal”, añadió Gandur.

La posibilidad de acelerar aún más los procesos mediante la modificación de las reglas procesales depende de los poderes políticos. El presidente de la Corte precisó que, por iniciativa de la vocal Claudia Sbdar, los poderes Legislativo y Judicial fueron invitados a conformar una comisión para el estudio de los códigos civil y comercial, laboral, constitucional y administrativo (en representación de la Corte iban a participar Sbdar, Antonio Estofán y Daniel Posse). Pero este comité nunca fue conformado. El 22 de diciembre de 2015, la Legislatura retomó el asunto, y concibió una comisión con integrantes de los tres poderes, de la abogacía y de la academia, que aún no sesionó.

El año pasado, la Corte levantó la emergencia declarada en las cámaras del Trabajo, y en lo Civil y Comercial Común de la capital. Este estado suponía el establecimiento de un cupo mensual de sentencias (que blindaba a los jueces contra las intimaciones de pronto despacho) ligado a las 44 oficinas vacantes acumuladas hasta 2010. Aunque aún hay una treintena de cargos acéfalos, la situación crítica fue superada durante el Gobierno de José Alperovich, quien nombró 88 magistrados a partir de las ternas confeccionadas por el Consejo Asesor de la Magistratura fundado en 2009.

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