10 Febrero 2016
Burt Reynolds está envejeciendo pero sigue apareciendo con aspecto coqueto y seductor con su bigote, pañuelo al cuello, bisoñé gris y ocasionalmente, incluso, con gafas de sol rosas. El famoso actor y ex “sex symbol”, cumple mañana 80 años, informó la agencia DPA.
“Estoy feliz de cumplir 80”, dijo a comienzos de febrero en declaraciones a la revista estadounidense “Closer Weekly”, añadiendo sarcástico: “Porque la alternativa es bastante más negra”
El “caradura” de Hollywood ya no alardea como hacía durante las décadas de los 70 y 80, cuando era un imán para la taquilla cinematográfica con thrillers como “Deliverance” o “Smokey and the Bandit” (“Los caraduras”).
Físicamente está para el desguace, se quejaba el pasado noviembre en el programa “Entertainment Tonight”, haciendo un guiño con poca fuerza. Y se quejaba de sus dañados huesos, consecuencia de las muchas escenas peligrosas que se arriesgó a filmar durante tantos años.
Su carrera y su vida estuvieron llenas de altibajos dignos de película, con sueldos millonarios, fracasos cinematográficos y declaraciones de bancarrota, y ensombrecidas por una larga enfermedad. Sin olvidar el ruidoso divorcio de su compañera Loni Anderson, que llenó titulares, con una amarga disputa por el pago de la pensión.
En sus memorias Reynolds hace balance de su vida, reconociendo haberse comportado muchas veces como un canalla y haber pensado sólo en sí mismo. En 1972 se convirtió en el primer hombre en posar desnudo en un desplegable para la revista “Cosmopolitan”.
“Estoy feliz de cumplir 80”, dijo a comienzos de febrero en declaraciones a la revista estadounidense “Closer Weekly”, añadiendo sarcástico: “Porque la alternativa es bastante más negra”
El “caradura” de Hollywood ya no alardea como hacía durante las décadas de los 70 y 80, cuando era un imán para la taquilla cinematográfica con thrillers como “Deliverance” o “Smokey and the Bandit” (“Los caraduras”).
Físicamente está para el desguace, se quejaba el pasado noviembre en el programa “Entertainment Tonight”, haciendo un guiño con poca fuerza. Y se quejaba de sus dañados huesos, consecuencia de las muchas escenas peligrosas que se arriesgó a filmar durante tantos años.
Su carrera y su vida estuvieron llenas de altibajos dignos de película, con sueldos millonarios, fracasos cinematográficos y declaraciones de bancarrota, y ensombrecidas por una larga enfermedad. Sin olvidar el ruidoso divorcio de su compañera Loni Anderson, que llenó titulares, con una amarga disputa por el pago de la pensión.
En sus memorias Reynolds hace balance de su vida, reconociendo haberse comportado muchas veces como un canalla y haber pensado sólo en sí mismo. En 1972 se convirtió en el primer hombre en posar desnudo en un desplegable para la revista “Cosmopolitan”.
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