“Willy” inmortal

“Willy” inmortal

Emotivo homenaje para Vilas: la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis lleva su nombre.

LEYENDA. Vilas con la plaqueta que le entregó el Buenos Aires Lawn Tennis, escoltado por Guillermo Coria y Gastón Gaudio. télam LEYENDA. Vilas con la plaqueta que le entregó el Buenos Aires Lawn Tennis, escoltado por Guillermo Coria y Gastón Gaudio. télam
La sentencia es unánime. El ATP de Buenos Aires disfruta este febrero del mejor cuadro de su rica historia. Y, entre varios nombres que aportan su cuota parte para la afirmación, Rafael Nadal y David Ferrer destacan de manera profunda.

En escalones de jerarquía distintos, ambos han construido carreras inolvidables que les permiten ser voz autorizada en cualquier materia tenística.

“Es merecido”, dijo Rafa. “Ha sido el mejor de todos entre inmensos jugadores argentinos”, agregó David. La voz de ambos coincidió en el concepto sobre el hombre y el hecho del día en el torneo: Guillermo Vilas.

Como si estuviéramos en la década del 70, el ganador de cuatro torneos de Grand Slam, concentró los flashes de la jornada, más que las estrellas actuales.

Desde ayer y para siempre el templo del tenis argentino que es la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis, lleva su nombre.

“Pasé grandes momentos en este lugar. Estoy muy feliz”. Emocionado, Guillermo eligió palabras protocolares para pasar el momento.

Responsable de una huella que desde hace décadas sirve como resorte inicial para explicar cualquier buen resultado de nuestros tenistas, su carrera será siempre sinónimo de intensidad, perseverancia y convicción.

La ovación del público, como tantas veces, surgió cálida y amistosa en miles de manos dispuestas al aplauso. Del otro lado, en los oídos del gran Willy, esta vez se escuchó diferente.

Secundado por varios cracks de la historia tenística argentina (Gabriela Sabatini, Gastón Gaudio, José Luis Clerc y Guillermo Coria entre ellos), Vilas levantó los brazos, exhibió la original maqueta que el club le entregó y, físicamente, salió de la escena.

Su espíritu, en cambio, no volverá a salir de allí nunca más.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios