Super Bowl, super espectáculo

Super Bowl, super espectáculo

Millones de personas seguirán hoy la final entre Carolina Panthers y Denver Broncos. Un show que promete ser impactante acompañará la definición.

07 Febrero 2016
Seguramente en algún capítulo de Los Simpson los escuchaste nombrar. Hasta debes haber visto a Homero dando directivas. Se habrán impresionado cuando en la película “Un domingo cualquiera”, protagonizada por Al Pacino y Cameron Díaz, un ojo salió de la órbita de un jugador y cayó en la alfombra sintética del campo de juego. Quizás lo sintieron un poco más cerca cuando el argentino Martín Gramática ganó el título máximo del deporte en cuestión. Puede ser que por Gonzalo Quesada, goleador del Mundial de rugby de 1999 con Los Pumas, y el interés que creó su precisa patada de derecha usted haya tocado de oído algo de uno de los deportes que enloquece, sobre todo, a los estadounidenses: el fútbol americano.

Lo de hoy será épico, una vez más. Es fácil pronosticar que ese status alcanzará el evento en el Levi`s Stadium de Santa Clara, en el estado de California. Allí habrá 71.000 personas que verán el duelo entre los Broncos de Denver y los Carolina Panthers, protagonistas del Super Bowl 50 en el que alguno se quedará con el título de la National Football League (NFL). Ellos verán el partido en vivo y casi 120 millones más en el mundo lo seguirán por diferentes plataformas (desde la TV hasta los celulares).

En esa cifra, la de espectadores, es que se encierra la condición de súper espectáculo. La atracción trasciende las fronteras de los Estados Unidos y afecta a los fanáticos y a los que no lo son. El fútbol americano está cargado de reglas, detalles que van más allá de las líneas que delimitan al campo de juego, hay 44 jugadores por equipo en las planillas y dos combinaciones (la mitad es una formación ofensiva y la otra defensiva), el juego suele pararse continuamente… No es sencillo para quienes no lo siguen con frecuencia.

Si hay que buscar motivos por los que cientos de millones de personas estarán pendientes de lo que pase hoy en California, se los conseguirá en las presentaciones de los artistas. Todo fue superación acelerada desde el primer Super Bowl disputado en 1967 cuando las bandas universitarias eran las protagonistas del show de mediotiempo que, comparado a las presentaciones actuales, no podrían calificarse de espectáculo.

Hoy será Lady Gaga quien entone “The Star-Spangled Banner”, el himno de los Estados Unidos. La extravagante cantante entonará su canción patria tras ganar el Globo de Oro como mejor actriz por “American Horror Story: Hotel”. Cerca de ella estará la actriz sorda ganadora de un premio de la Academia, Marlee Matlin, que interpretará el himno con señas.

Pero el punto máximo, un clímax casi similar a cuando el campeón se consagrará, estará en el entretiempo. En cada edición del Super Bowl merodea la inevitable comparación con la anterior. Así que Coldplay tendrá una tarea muy difícil porque Katy Perry, en 2015, dejó la vara altísima para todo lo que puede pasar. El despliegue vocal y artístico de Perry fue alucinante al punto que sobrevoló el estadio en una especie de mini tarima. Según dicen, la banda británica se preparó arduamente.

No es para menos: más de 100 millones de personas esperan no decepcionarse, sean o no seguidores de la banda o del deporte. De hecho, nadie quiere decepcionarse, todos quieren un Súper Espectáculo.

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