Atrincherados por la tormenta

Atrincherados por la tormenta

Las lluvias que cayeron en Yerba Buena el viernes por la tarde y el sábado por la madrugada convirtieron las calles en ríos, inundaron zonas, provocaron voladuras de algunas chapas y voltearon árboles y postes de luz.

CALLE CON PENDIENTE. A la altura del 2.500 de la Aconquija, un auto casi acaba enterrado en el ripio.  CALLE CON PENDIENTE. A la altura del 2.500 de la Aconquija, un auto casi acaba enterrado en el ripio.
07 Febrero 2016
Primero, fueron los truenos y los relámpagos. Más de uno se sobresaltó, al oir los estruendos. Después, sobrevino el viento, que movió las copas de los árboles como si estuvieran asidas a la nada. Y después llegó el agua. Las lluvias que cayeron en Yerba Buena el viernes por la tarde y el sábado por la madrugada convirtieron las calles en ríos, inundaron zonas, provocaron voladuras de algunas chapas y voltearon árboles y postes de luz.

En voz de Franco Marigliano, el secretario de Obras Públicas y Planeamiento Urbano del municipio, las calles con ripio -que representan el 50 % de las trochas yerbabuenenses- quedaron intransitables, en su mayoría. “El agua bajó del cerro y arrastró todo. Hay gente que no puede entrar a sus casas. Las cuadras con pendiente se encuentran devastadas”, precisó.

Ante esto, el arquitecto aseguró que se puso en marcha un operativo de limpieza y de reparación vial, para el que se afectó la totalidad de las máquinas disponibles. No obstante, aclaró que los arreglos les “llevarán algunos días”.

Alerta

Desde la estación local del Servicio Meteorológico Nacional indicaron que la segunda tormenta (comenzó alrededor de las 0 del sábado y se prolongó hasta las 2) fue la que provocó más trastornos, pues trajo consigo unas ráfagas de viento de más de 48 kilómetros por hora.

“Calculamos que en Yerba Buena cayeron unos 50 milímetros de agua en esas dos horas”, estimó Osvaldo Molina, de esa estación. De acuerdo al pronóstico, los próximos días continuarán nubosos e inestables, con probabilidad de más diluvios.

Con ese vaticinio en sus manos, el intendente Mariano Campero le dijo a este diario que el municipio se mantendrá en alerta. Contó también que hubo familias que resultaron afectadas, porque el agua entró a sus viviendas o porque se les volaron los techos. “Estamos haciendo un relevamiento. Se produjeron inconvenientes en tres lugares puntuales: La Rinconada, la Vía Norte y el barrio Colonia Castillo”, enumeró.

Ahí hubo anegamientos y el viento levantó unas chapas. “Estamos asistiendo a las familias afectadas”, concluyó Campero.

Ríos de asfalto

Antes de eso, la noche anterior, cuando todavía la tormenta se ensañaba con ellos, los yerbabuenenses compartieron imágenes, por las redes sociales, de las avenidas Aconquija, Solano Vera y Perón, convertidas en riadas. Esta última autovía fue la más afectada, pues allí se registraron fuertes vientos y porque en la zona del puente (cruce con la avenida Fanzolato) se produjeron anegamientos; por momentos, el agua alcanzó las ventanillas de los autos estacionados en las márgenes, cuyos conductores aguardaban para cruzar.

A la altura del 2.500 de la Aconquija, los operarios procuraban durante la mañana del sábado devolverle el aspecto de una avenida a esa cuadra, ya que el carril sur estuvo cubierto por fango. De hecho, hubo un vehículo que casi acaba enterrado.

Al cierre de esta crónica, vecinos de los barrios más cercanos a la Perón continuaban sin el servicio de energía. “En el barrio Viajantes estamos sin luz desde el viernes”, decía Moncasi, el sábado por la tarde. LA GACETA intentó comunicarse con los voceros de Edet, pero no obtuvo respuesta.

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