El libro más bello editado en Cuba

El libro más bello editado en Cuba

El volumen mostraba los ingenios de la isla en láminas dibujadas por el francés Eduardo Laplante

INGENIOS CUBANOS. Los ingenios “Buena Vista”, “Manaca” y las calderas del ingenio “Alava”. El primero fue propiedad del editor del libro, Justo G. Cantero. la gaceta / archivo INGENIOS CUBANOS. Los ingenios “Buena Vista”, “Manaca” y las calderas del ingenio “Alava”. El primero fue propiedad del editor del libro, Justo G. Cantero. la gaceta / archivo
06 Febrero 2016

Sebastián Rosso - LA GACETA

Tenía la fama de ser “el libro más bello editado en Cuba en el siglo XIX”, y poco tendría que ver con Tucumán si no tenemos en cuenta que se trata de un libro sobre ingenios azucareros, fábricas emblemáticas de la industria local y base del desarrollo económico de la provincia.

Su título completo era “Los ingenios, colección de vistas de los principales ingenios de azúcar de la isla de Cuba”.

Las láminas fueron dibujadas del natural y litografiadas por el francés Eduardo Laplante, como parte de un proyecto editorial ideado por el hacendado Justo Cantero. Fue publicado en 1857 y sostenido con suscripciones.

Dibujos y máquinas

Laplante fue un meticuloso dibujante y un gran colorista. En su obra cubana, los exteriores de los ingenios son plácidos paisajes donde el ingenio es parte de un paraíso tropical. En los interiores, todas las máquinas son enormes y el techo altísimo, es un descomunal conjunto de líneas que fugan hacía todos lados. Para las fechas en que se hizo el libro, en Cuba, los ingenios eran inmensas haciendas que ya se hallaban fuertemente industrializadas. Entre palmeras y un calor exasperante producían toneladas de azúcar que se exportaba al resto del mundo.

Es llamativa la diferencia que podemos establecer con nuestra industria y, también, con nuestro arte litográfico. Se hace evidente en la láminas y en las descripciones técnicas el abismo productivo entre el Caribe y nuestro norte argentino. También cuando vemos la colección de litografías de ingenios que se hizo para la Estadística Gráfica Argentina, de 1892, la riqueza técnica y colorística litográfica es muy inferior a la del enorme proyecto editorial de Cantero y Laplante. Aunque, pensándolo bien, no sirve de nada hacer odiosas comparaciones, así pues nos limitemos a disfrutar de las bellezas plásticas y del valor documental de cada caso. Quienes quieran ver más, la obra completa de Laplante se puede encontrar en internet, en el maravilloso sitio de e-books ProjectGutemberg.

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