Las langostas y los mosquitos provocan daños ambientales, socioeconómicos y a la salud

Las langostas y los mosquitos provocan daños ambientales, socioeconómicos y a la salud

El ingeniero agrónomo Vallejo analiza un conjunto de temas que permiten presentar las similitudes que existen entre ambas plagas, hoy presentes en Tucumán

DESARROLLO SIN CONTROL. El mosquito Aedes aegypti prolifera entre los yuyales y en los canales infectados con basurales y desechos orgánicos. fotos gentileza ciazt DESARROLLO SIN CONTROL. El mosquito Aedes aegypti prolifera entre los yuyales y en los canales infectados con basurales y desechos orgánicos. fotos gentileza ciazt
06 Febrero 2016
Actualmente, Tucumán está invadida por dos plagas insectiles de relevancia, las cuales ocasionan daños económicos, ambientales y a la salud pública, siendo las mismas las langostas (Schistoscerca cancellata Serv.) y los mosquitos trasmisores del dengue (Aedes aegypti). A simple vista se puede considerar que no existen similitudes entre ambas plagas. Sin embargo, existen varios parámetros en común que sería bueno tratar de resaltar para conocer un poco más sobre las mismas, comenta el ingeniero agrónomo Julio César Vallejo, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán (Ciazt).

Impacto socioeconómico

Langostas: ocasionan impacto ambiental dañando severamente a los montes naturales e impacto socioeconómico a productores rurales (pequeños y grandes), afectando pasturas naturales, siembra de cultivos y cultivos implantados. Hay 700.000 hectáreas afectadas y focos en seis provincias: Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Salta y Córdoba.

Mosquitos: El Aedes transmite tres enfermedades: Dengue, Zika y chikungunya. En Argentina se registran hoy brotes de dengue por serotipo DEN1 en Misiones (Puerto Iguazú, Eldorado, Posadas, Puerto Esperanza, Wanda y Oberá) y Formosa (Clorinda, Formosa y Laguna Naick Neck). Por otra parte, en las dos primeras semanas de este año se notificaron casos sin antecedente de viajes a áreas de circulación viral en Corrientes (Corrientes capital, Santo Tomé y Virasoro), Buenos Aires (Ezpeleta, Quilmes) y Córdoba (Córdoba capital). Además, se han registrado en el mismo período 64 casos con pruebas de laboratorio positivas para Dengue, importados de áreas con circulación viral dentro y fuera del país en: Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Catamarca, Tucumán (tres casos), Chaco, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. De estos casos, 27 tienen antecedente de viaje a localidades con circulación viral de Formosa y Misiones; el resto corresponden a personas que viajaron al exterior del país, en especial a Brasil y Paraguay. El riesgo de dispersión de la enfermedad a otras jurisdicciones es alto, dado que se registran casos importados en la mayoría de las provincias con vector. Durante este mes y los siguientes se intensificará el flujo de viajeros internos y externos, aumentando el riesgo de transmisión de Dengue en las provincias con presencia del vector y la posible introducción de otros arbovirus que circulan en países de la región (fundamentalmente Zika y Chikungunya).

Biología

Langostas: tanto los estadíos juveniles (ninfales) como el adulto causan daños; el más relevante es ocasionado por las ninfas saltonas.

Mosquitos: El vector transmisor de la enfermedad es la hembra adulta de Aedes (es hematófaga); el macho come néctares de flores.

Manejo de las plagas

Langostas: Hasta la aparición de una manga de importantes dimensiones en Santiago del Estero (julio 2015) había poca experiencia en el manejo de langostas a este nivel. Solo aquellos que vivieron en la época (1942-1954) y registros bibliográficos documentan el manejo de esta plaga, donde se utilizaron diversas metodologías: zanjas para contener el avance de las mangas, palmetas de alambre, bolsas, aparatos recolectores como barreras metálicas para cercar casas, jardines y cultivos, aparatos quemadores a nafta o kerosene, se pagaba por la recolección manual de huevos y adultos. Finalmente, en la etapa ofensiva se combatió la langosta con control químico (con plaguicidas hoy prohibidos) de diversas formas; el Estado proveyó 204 camiones, 68 jeep, 80.000 lanzallamas y 500 máquinas de espolvorear insecticidas. Se emplearon tres aviones y siete helicópteros de EEUU, para manejar la plaga.

Mosquitos: Hasta la aparición de la epidemia del dengue en 2009, en Tucumán no se tenía ninguna experiencia en el manejo de Aedes. Es más, se utilizó maquinaria inapropiada (agrícola) para el control de vector, plaguicidas de uso agrícola, operarios sin los elementos de protección adecuado para tratamientos con nebulizadoras (tipo aerosol), se intentó hacer pulverizaciones aéreas sobre las ciudades. Luego de sucesivas denuncias de especialistas se comenzaron a corregir los errores cometidos. Se compraron equipos recomendados por el Ministerio de Salud Pública (Anmat), se equipó correctamente al personal y se comenzó a utilizar los plaguicidas habilitados por Anmat-INAL.

Prevención y vigilancia

Langostas: a través del Programa Nacional de Acrídidos se realiza monitoreo y control sobre la base de relevamientos habituales en las zonas donde habitan estos insectos, a partir de comunicaciones de productores, pobladores y de otras instituciones. Esta tarea está a cargo de Ingenieros Agrónomos capacitados por el Senasa.

Mosquitos: existen dos tipos de vigilancia: por un lado la vigilancia epidemiológica realizada por agentes de la salud, y la vigilancia entomológica con tres alternativas: monitoreo de índices larvales que en Tucumán los realizan agentes de salud, monitoreo con ovitrampas (realizado en 2009 por la Facultad de Agronomía, a cargo de Ingenieros Agrónomos y estudiantes avanzados) para determinar a través del huevo de Aedes la presencia de hembras grávidas, y el monitoreo de adultos que en Tucumán no se hace.

Rosario (Santa Fe) tiene legislado a través de la Ordenanza Municipal N° 8.158, donde se establece un programa de monitoreo y vigilancia entomológica.

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