Réplicas de Román Torres

Réplicas de Román Torres

Destacado político y orador de fines del XIX

ROMÁN F. TORRES. Era “amigo de los desplantes y de las posturas airadas”. la gaceta / archivo ROMÁN F. TORRES. Era “amigo de los desplantes y de las posturas airadas”. la gaceta / archivo
Faustino Velloso, en “Sintetizando recuerdos” (1950) inserta un par de anécdotas de Román F. Torres (1862-1908), un destacado político y orador de fines del siglo XIX, que fue ministro, legislador y presidente de la Sociedad Sarmiento. Narra que, en la elección de intendente municipal de Tucumán en 1896, el Partido Provincial se había escindido en dos candidaturas, la de Pedro B. Bascary, que triunfó, y la perdidosa de Torres. Durante la votación, hubo un incidente. Torres, “amigo de los desplantes y de las posturas airadas”, increpó al jefe de Policía, Neptalí Montenegro. “Usted, señor jefe, está ebrio”, le dijo. “¿Cómo ebrio?”, replicó furioso Montenegro. “Sí, señor jefe, ebrio de autoritarismo”, contestó Torres. El incidente no pasó a mayores, gracias a la rápida intervención del senador Brígido Terán, quien calmó a Montenegro.

En otra ocasión, en una reunión política, Torres pronunció uno de sus fogosos discursos y, al terminar, se abrazó con una persona del público. “Abrazo en este honrado artesano al noble y viril pueblo de Tucumán”, dijo. Pero al fijarse en el abrazado, agregó: “Che ¿vos habías sido el que me robó el chaleco de seda, canejo?”. Efectivamente, escribe Velloso, “el abrazado era un muchacho de apellido Cuevas, que días antes había sustraído a Torres un hermoso y costoso chaleco blanco de seda, que tan de moda estaba en aquella época”.

La imprevista salida produjo gran hilaridad. Cuevas, como muchos otros, era de los que “no trabajaban y vivían de lo que los políticos les dábamos, o de lo que nos podían sacar de nuestras casas de solteros, caso de Torres”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios