Los jóvenes siguen desafiando el peligro a bordo de los cuatriciclos

Tres adolescentes perdieron la vida este enero como consecuencia de un accidente en cuatriciclos en distintos puntos del país. Tomás (su apellido no trascendió) falleció en Pinamar; el vehículo le aplastó el tórax. Martín Guido murió en Santa Fe a causa de los golpes que sufrió en la cabeza cuando se accidentó. Y Gabriel Fiel, de Tres Lomas, Buenos Aires, se estrelló contra un árbol. Pero eso no es todo. En diciembre, Malvina Segovia había fallecido en Hualfín, Catamarca; iba de acompañante en uno de estos vehículos. La edad de estas víctimas iba de los 12 a los 16 años, más o menos la misma que tiene la mayoría de los chicos que transita a toda hora en cuatriciclos por San Pedro de Colalao.

Como si fuera poco, todo esto ocurre a menos de dos años de la muerte de una adolescente en esa villa veraniega; el cuatriciclo en el que viajaba se estrelló contra una pared en febrero de 2014.

“A los jóvenes se los ve pasar a toda velocidad por los cerros. Es muy difícil manejar por esos caminos. Además, estos vehículos no tienen mucha estabilidad; es muy fácil volcar”, advirtió Guillermo Navas, un adulto que también maneja un cuatriciclo en la villa.

“Además, un adolescente no tiene la fuerza necesaria para manejar un cuatriciclo grande”, añade Nicolás Navas, su acompañante.

Apelan a la conciencia

La versión de las autoridades de esta localidad del norte de la provincia es que se realizan controles, pero que también es necesario que los padres tomen conciencia de que es resposabilidad de ellos evitar que sus hijos sufran accidentes.

“Hay menos cuatriciclos que años anteriores, y creo que eso tiene que ver con el accidente de 2014. Además, la Policía está ayudando mucho en ese sentido. Cuando los conductores son menores, los paran y los retienen hasta que van los padres. Incluso, se secuestraron muchos vehículos”, señaló el encargado de Turismo de la comuna, Ale Carlos Massa.

En busca de aliados

Sin embargo, se trata de una dura tarea en la que necesitan como aliados a los mayores. “Cuesta muchísimo erradicar esta actividad. Esto tiene que ver también con una falta de conciencia del peligro en la que incurren los mayores; son ellos los que les dan el cuatriciclo a los jóvenes y los que no los obligan a usar el casco”, agregó.

Incluso, por norma, ni siquiera los mayores pueden transitar en cuatriciclos por la zona comercial de San Pedro. “Hay una ordenanza nueva que prohibe el uso de estos vehículos en el casco céntrico. Los mayores controles se dan los fines de semana. Pero de lunes a jueves se nos complica más hacer cumplir esta norma”, agregó Massa.

“La ley está”

Un mes después del trágico accidente de la adolescente que falleció en 2014, la Legislatura de la provincia sancionó una ley de regulación de cuatriciclos. Según los parlamentarios que votaron aquella norma, Tucumán es una de las primeras provincias en tener una reglamentación para este tipo de vehículos.

Uno de sus propulsores, el legislador radical Ariel García, señaló que nadie puede desconocer la ley por un simple motivo: todos los sectores políticos trabajaron en ella.

“Fue consensuada con las diferentes bancadas y tuvo un muy buen trabajo de comisión. Se convocó a los funcionarios de Transporte y a todos los municipios y comunas. Los delegados comunales de zonas veraniegas dieron su opinión”, dice García.

En ese sentido, el parlamentario adujo que no existen excusas para que sigan circulando libremente estos vehículos.

“Los municipios exigieron esta norma. Pero sigue habiendo este tipo de problemas porque es una ley relativamente nueva. Igual, no podemos excusarnos en que la Ley Nacional no contempla el tema de los cuatriciclos cuando en la provincia tenemos una norma que sí lo hace”, agregó el parlamentario radical.

Lo cierto es que, a pesar de la sanción de la ley y de los controles policiales y municipales, estos vehículos siguen siendo las estrellas del verano en San Pedro.

Modelos

Se consiguen cuatriciclos por $40.000

En Tucumán existe, al menos, una decena de lugares en los que se comercializan este tipo de vehículos. En los últimos años se hicieron tan populares que hasta las cadenas de electrodomésticos quisieron empezar a venderlos.

LA GACETA hizo una recorrida por varios locales para hacer un relevamiento de los precios. El cuatriciclo más pequeño (casi parece un juguete grande), de 50cc, cuesta menos de $20.000 y se lo puede pagar en varias cuotas. Su precio incluso inferior al de varios modelos de motos. En un nivel medio se ubica el cuatriciclo de 200cc, quizás el más común }en las villas veraniegas. Su valor ronda los $40.000. El más grande que pudo encontrar este diario a la venta posee un motor de 700cc. Este es el tipo de vehículo que se utiliza en competencias como el rally Dakar; su costo se encuentra en el orden de los $230.000.

Una cuestión a tener en cuenta es que los cual triciclos salen del local comercial sin patente. Este trámite corre por cuenta y responsabilidad del comprador. Con los autos ocurre lo contrario: no puede salir de una concesionaria sin la chapa patente.

Normativa

Qué dicen las leyes viales

Cuando se sancionó la Ley Nacional de Tránsito, en 1994, el uso de estos vehículos no era masivo. En ese momento se los consideró como rurales. Por esto mismo, no los nombra en ninguna categoría. Sin embargo, sí expresa que los menores de 18 años no pueden ser encarcelados, por lo que “sus representantes legales serán responsables por las multas que se les apliquen”. La Resolución 108/03 de la Secretaría de Comercio Interior considera que su uso “es de tipo deportivo, recreativo, o agrario. No están preparados para circular por el asfalto”. Además, estipula que el conductor no puede ser menor de 16 años. La ley que sancionó la Legislatura de Tucumán señala que “sólo se puede circular con los requisitos técnicos necesarios (de seguridad, identificación vehicular y ambiental)”. El vehículo debe contar con el sistema de iluminación correspondiente y con una patente de identificación de dominio. El conductor siempre deberá usar casco. Si este no cubre los ojos, se debe incluir el uso de anteojos protectores. No deben ir más de dos personas arriba del cuatriciclo. El conductor jamás podrá viajar con auriculares o usando un teléfono celular.

Muertes evitables

Una problema que lleva varios años

Los muertes de adolescentes y niños a bordo de cuatriciclos no son situaciones nuevas. Vienen ocurriendo desde hace varios años, lamentablemente. A fines de enero de 2011, todo el país se horrorizó. Fabricio, de apenas seis años, arrolló con su cuatriciclo a Baltasar, de cuatro, en Pinamar. A la pequeña víctima le quedaron las marcas de una rueda en el pecho. El caso de Luis Fernando se dio un año después, casualmente (o no), en San Pedro de Colalao. El niño de  nueve años tuvo que ser operado de urgencia tras un choque de cuatriciclos, con cuatro menores involucrados. Estuvo seis días en coma farmacológico en el Hospital de Niños. A comienzos del 2014 un joven tucumano de 15 años murió en Catamarca. Amhir perdió el control del rodado y golpeó su cabeza contra la montaña. Su acompañante, Lisandro de 17, sufrió graves heridas. Dos semanas después, un niño de 10 años murió en el mismo lugar en que Fabricio atropelló a Baltasar. Son sólo algunos casos de los cientos que ocurrieron en los últimos años. “Intentamos modificar leyes pero no podemos cambiar la responsabilidad de los padres. Hay algo que tenemos muy claro, y es que la vida no tiene repuesto. Es muy doloroso escuchar estos casos”, señaló hace algunos días Silvia Irigaray, fundadora de Madres del Dolor, sobre este tema.