26 Enero 2016
DESAPRENSIÓN. Un vecino de Villa 9 de Julio arroja residuos al basural que crece sobre F. de Aguirre al 400. la gaceta / fotos de Inés Quinteros Orio
La desaprensión ciudadana no tiene límites. Un hogar para menores discapacitados, ubicado en la zona norte de San Miguel de Tucumán, se ve obligado a convivir a diario con un basural clandestino. El foco contaminante prolifera en la esquina de avenida Francisco de Aguirre y 25 de Mayo y, según denunciaron, es fomentado por gente de la zona.
El edificio del Hogar de Discapacitados San Benito, que depende del Gobierno de la Provincia, se encuentra en Francisco de Aguirre al 400. A metros de la puerta principal se expande, entre la maleza, un fétido cúmulo de inmundicias y desperdicios domiciliarios.
Autoridades del hogar cuentan que hace dos años vienen padeciendo esta problemática socio ambiental y confiesan estar sorprendidos por la falta de sensibilidad de quienes arrojan residuos en la vereda de una institución que cuida a más de 20 niños y jóvenes discapacitados. Además, sostienen que es producto de la irresponsabilidad y de la falta de compromiso social de algunos vecinos de la zona. “Carreros y personas arrojan impunemente sus desperdicios durante la noche o la madrugada. Antes los tiraban en la puerta de nuestra institución. Con el tiempo hemos logrado que los arrojen en la esquina”, lamenta Daniela Dantur, directora del hogar.
“Desde octubre que la vereda está en muy malas condiciones. No cortan el césped y la maleza avanza por todos lados. se nos hace difícil caminar por allí”, señala. Y agrega: “esto afecta a quienes deben transitar por el lugar. Cuando los jóvenes del hogar deben salir en sillas de rueda o a pie evitamos que pasen por ahí. Hay olores nauseabundos y todo tipos de alimañas”, se queja.
Algunos vecinos responsabilizan a una comunidad gitana, asentada en la zona por la proliferación del basural.
Karina Torres, encargada del área de economato del hogar, denuncia: “los gitanos de la zona son los responsables de la mugre”. Lo mismo opina Rafael Camelli. “Son los gitanos quienes tiran sus residuos domiciliarios en la esquina. Deberían esperar a que pase el camión recolector antes de ensuciar la vía pública”, expresa fastidiado.
Otros vecinos de 25 de Mayo al 2.600 coinciden con las autoridades del hogar al manifestar que es gente del mismo barrio la que ensucia el lugar, aunque no señalan a nadie especialmente como responsables.
La comunidad gitana se defiende de las acusaciones. Ricardo Juan, expresa: “Como somos gitanos, el camión recolector de la empresa 9 de Julio, no nos lleva nuestros residuos. No nos queda otra alternativa que colocar nuestras bolsas en la vereda y esperar que pase un carro, pero nosotros no somos responsables por el basural de la esquina. Son los vecinos de allí”, se exculpa mientras señala con su mano el sitio en cuestión.
Los reclamos vecinales son numerosos. “Desde que está ese vaciadero de inmundicias no puedo estar en la parada del colectivo; el olor es insoportable”, refunfuña Gladis Herrera, de Villa 9 de Julio. Además, pide que la Municipalidad capitalina se lleve los dos autos abandonados que están al frente del basural. “Por las noches los delincuentes se esconden ahí. Eso llevó a que haya más inseguridad”, cuenta atemorizada.
Basurales Cero
LA GACETA consultó sobre esta problemática a Carlos Arnedo, secretario de Servicios Públicos del municipio y afirmó que hoy a la tarde se apersonará en el lugar para resolver esta problemática con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la zona.
“Vamos a seguir profundizando la política de Estado que el intendente Germán Alfaro ha impulsado a través del programa Basurales cero, con el anhelo de tener una ciudad más limpia”, detalló Arnedo.
El funcionario municipal contó que están trabajando en conjunto con la Dirección de Higiene Urbana municipal y con la empresa 9 de Julio para combatir los focos contaminantes de la ciudad. “No es una tarea fácil. Más allá de nuestras responsabilidades, esta una cuestión cultural y de conciencia social” puntualizó.
Hoy la municipalidad hará un operativo en Vicente Gallo al 3.800.
El edificio del Hogar de Discapacitados San Benito, que depende del Gobierno de la Provincia, se encuentra en Francisco de Aguirre al 400. A metros de la puerta principal se expande, entre la maleza, un fétido cúmulo de inmundicias y desperdicios domiciliarios.
Autoridades del hogar cuentan que hace dos años vienen padeciendo esta problemática socio ambiental y confiesan estar sorprendidos por la falta de sensibilidad de quienes arrojan residuos en la vereda de una institución que cuida a más de 20 niños y jóvenes discapacitados. Además, sostienen que es producto de la irresponsabilidad y de la falta de compromiso social de algunos vecinos de la zona. “Carreros y personas arrojan impunemente sus desperdicios durante la noche o la madrugada. Antes los tiraban en la puerta de nuestra institución. Con el tiempo hemos logrado que los arrojen en la esquina”, lamenta Daniela Dantur, directora del hogar.
“Desde octubre que la vereda está en muy malas condiciones. No cortan el césped y la maleza avanza por todos lados. se nos hace difícil caminar por allí”, señala. Y agrega: “esto afecta a quienes deben transitar por el lugar. Cuando los jóvenes del hogar deben salir en sillas de rueda o a pie evitamos que pasen por ahí. Hay olores nauseabundos y todo tipos de alimañas”, se queja.
Algunos vecinos responsabilizan a una comunidad gitana, asentada en la zona por la proliferación del basural.
Karina Torres, encargada del área de economato del hogar, denuncia: “los gitanos de la zona son los responsables de la mugre”. Lo mismo opina Rafael Camelli. “Son los gitanos quienes tiran sus residuos domiciliarios en la esquina. Deberían esperar a que pase el camión recolector antes de ensuciar la vía pública”, expresa fastidiado.
Otros vecinos de 25 de Mayo al 2.600 coinciden con las autoridades del hogar al manifestar que es gente del mismo barrio la que ensucia el lugar, aunque no señalan a nadie especialmente como responsables.
La comunidad gitana se defiende de las acusaciones. Ricardo Juan, expresa: “Como somos gitanos, el camión recolector de la empresa 9 de Julio, no nos lleva nuestros residuos. No nos queda otra alternativa que colocar nuestras bolsas en la vereda y esperar que pase un carro, pero nosotros no somos responsables por el basural de la esquina. Son los vecinos de allí”, se exculpa mientras señala con su mano el sitio en cuestión.
Los reclamos vecinales son numerosos. “Desde que está ese vaciadero de inmundicias no puedo estar en la parada del colectivo; el olor es insoportable”, refunfuña Gladis Herrera, de Villa 9 de Julio. Además, pide que la Municipalidad capitalina se lleve los dos autos abandonados que están al frente del basural. “Por las noches los delincuentes se esconden ahí. Eso llevó a que haya más inseguridad”, cuenta atemorizada.
Basurales Cero
LA GACETA consultó sobre esta problemática a Carlos Arnedo, secretario de Servicios Públicos del municipio y afirmó que hoy a la tarde se apersonará en el lugar para resolver esta problemática con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la zona.
“Vamos a seguir profundizando la política de Estado que el intendente Germán Alfaro ha impulsado a través del programa Basurales cero, con el anhelo de tener una ciudad más limpia”, detalló Arnedo.
El funcionario municipal contó que están trabajando en conjunto con la Dirección de Higiene Urbana municipal y con la empresa 9 de Julio para combatir los focos contaminantes de la ciudad. “No es una tarea fácil. Más allá de nuestras responsabilidades, esta una cuestión cultural y de conciencia social” puntualizó.
Hoy la municipalidad hará un operativo en Vicente Gallo al 3.800.
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