La culpa no es del chancho
Según la National Geographic los cerdos son animales sensibles, cariñosos, inteligentes, e incluso más que los perros y que un niño de tres años. Pero para el tucumano común el chancho es un animal que come de la basura. Por eso escuchamos “no seas chancho”, por “no seas sucio”. “Hizo una chanchada”, cuando algo está mal hecho. “¡Gritó como chancho!”, si alguien grita groseramente. “Se hace el chancho rengo”, para decir de otro que finge o disimula.... Claro que también se usa para comparar (“corto como patada de chancho”) y como refrán: “chancho limpio nunca engorda”.

Todo esto viene a cuento para hablar de la basura de los tucumanos y de los que comen de la basura, que no son los chanchos sino los más pobres. Los que no tienen trabajo digno. Los que son señalados por ensuciar la ciudad, quizás con el mismo dedo con que saca un vuelto para pagarle al carrero y despacharlo por la puerta de atrás.

El viernes, en medio de un calor infernal y de los insultos de los transeúntes, los carreros pedían en la plaza Independencia que les devuelvan los carros que les había quitado. Patético.

La culpa no la tiene el chancho. Por eso los funcionarios de la Municipalidad salieron a pescar a los verdaderos generadores de basurales. Fueron al origen. Al vecino que se le pasó el basurero y sale en short y ojotas a dejar su bolsita en el basural de la esquina. A las grandes firmas gastronómicas que prefieren pagar $ 100 al carrero antes que $1.000 a la empresa concesionaria. ¿Cuánto ganan por día esos comercios?

Las “patrullas ecológicas” de la Municipalidad capitalina recorrieron 13.000 comercios pidiendo el recibo por el pago por la recolección de la “basura comercial” a la empresa concesionaria. Solamente 100 lo tenían. Y los demás ¿qué hacen con la basura que generan? ¡Ah, pero es mucho $1.000! Ese otro problema. El vecino paga religiosamente sus impuestos y quiere un buen servicio de recolección. ¡Mínimamente, que llegue hasta su casa! En Tucumán hay muchos barrios por donde jamás pasa el camión recolector, ni qué hablar de un simple barrendero. Que los camiones no entran porque las calles están rotas, o no tienen pavimento, o es una zona peligrosa. Todo es cierto. Pero el vecino no tiene la culpa y muchas veces paga los impuestos por un servicio inexistente. ¿Por qué tanta velocidad en cobrar el gravamen y tanta lentitud en actualizar la cantidad de calles que se deben limpiar por día? ¿Cuántas calles más hay en la ciudad, además de las 4.000 que figuran en el pliego del convenio? ¿Cuántos barrios nuevos se han hecho en los últimos cuatro años?

En el mapa interactivo de los basurales que hizo LA GACETA.com hay más de 60 lugares donde se tira basura, según la denuncia de los propios lectores. Muchos de ellos son barrios nuevos, como El Manantial Sur (al otro lado del canal Sur), donde fueron a parar los desterrados por las inundaciones y los relocalizados por el programa nacional FedeVillas, para erradicación de asentamientos como el pasaje Misiones (Villa Alem), El Triangulito, Juan XXIII (“La Bombillita”) y “Villa Piolín”. Si no hay recolección, los basurales siguen creciendo.

El plan “Basurales cero” va por más. Esta semana comenzará a clausurar los locales comerciales que no puedan acreditar cómo retiraron los residuos. La Municipalidad comprará seis móviles para seguir recorriendo la ciudad para hacer los controles y multando a los vecinos que van muy campantes a tirar su bolsita porque se le pasó la hora del basurero. “Total viene después el camión de la municipalidad y levanta todo”. Las multas oscilan entre $ 1.500 y $ 2.500 según la zona y la cantidad de residuos. Los particulares pueden ir caminando o en auto cuando son pescados infraganti. La semana que pasó se labraron actas a conductores de 25 automóviles, entre los que había un Toyota 2012 y una Kangoo 2013, que tiraban en la platabanda de la avenida Kirchner. En mayo se instaurará una nueva figura, la del policía municipal, que tendrá poder contra los que se resistan a cumplir con las ordenanzas.

Mientras tanto, hay que seguir sacando la bolsa de basura a la vereda antes de que pase el camión recolector. La empresa tiene la obligación de levantar hasta un metro cúbico de escombros y también el residuo no habitual, que puede ser un bidé o el esqueleto de una cocina. Si poda los árboles, llame por teléfono a Espacios Verdes de la Municipalidad para que le retiren las ramas. Si tiene mucha basura, pida un container. No sea chancho, porque chancho limpio nunca engorda y usted no querrá engordar ¿no?

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios