Esa vieja obsesión
La frase de Messi no es nueva. “Cambio todos los premios por un Mundial”, afirmó el rosarino al recibir por quinta vez el Balón de Oro. También lo dijo antes de la final de Brasil 2014 perdida ante Alemania. La obsesión lo acompañará hasta el último día de su carrera si no puede conseguirlo. Para él, las oportunidades se agotan. A Rusia llegará con 31 años. Si el físico lo acompaña, el talento seguirá intacto. A partir de sus afirmaciones aparecen interrogantes. ¿Necesita Messi un Mundial para demostrar que es el mejor de todos los tiempos? ¿Cambiaría Pelé uno de sus tres títulos mundiales por un Balón de Oro? ¿Maradona siente que hay un vacío en su carrera por no haber recibido este premio? Es cierto que Diego y el brasileño pertenecen a otros tiempos, cuando sólo los futbolistas europeos podían ser elegidos. Un Mundial se gana en equipo. El Balón de Oro es un reconocimiento individual. Ahí marca la diferencia Messi. Sus éxitos y hazañas nunca se olvidarán. Aunque le falte un título.

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