Sin lista de precios, las concesionarias locales proyectan una suba de entre un 12% y un 15%

Los concesionarios de autos que operan en Tucumán aún aguardan que las fábricas les informen los nuevos precios de mercado para las unidades 0 kilómetro. Ocurre que las automotrices preparan una actualización de los valores de venta de los rodados en función del nuevo dólar oficial que, tras la apertura del cepo cambiario, cotiza a un monto levemente superior a los $ 13.

En este contexto, algunos concesionarios locales interrumpieron las ventas al público hasta contar con los nuevos precios comerciales, lo cual sucederá en los próximos días, según informaron fuentes de la actividad, consultadas por LA GACETA. Otras empresas, en tanto, se adelantaron y, de acuerdo con los voceros del sector, acomodaron progresivamente los precios de los automóviles a un dólar de $ 13, antes de que el Gobierno del presidente, Mauricio Macri, anunciara la salida del cepo y la devaluación del peso.

Aunque los precios actualizados de los vehículos aún no se conocen, vendedores de concesionarios locales coincidieron en que el reajuste que se avecina oscilará entre el 12% y el 15%, en virtud de un acuerdo entre las automotrices y el Gobierno nacional. “Las fábricas reclamaron aumentos de entre el 22% y el 23%, pero se espera que los precios suban, en promedio, entre 12% y 13%”, analizó Víctor Monteros, encargado de ventas de un concesionario local.

Financiación más cara

Además de la expectativa por los nuevos precios, los vendedores de automóviles señalaron como una preocupación el aumento de las tasas de interés que rigen para financiar la compra de automóviles. En los últimos 10 días, y en especial después de las medidas cambiarias, las tasas anuales que cobran los concesionarios se incrementaron fuertemente, al pasar del 28% al 41%, en promedio.

Este incremento, según las fuentes del sector, se debe a los aumentos generales de las tasas de interés que aplicó el Banco Central (BCRA), luego de la apertura del cepo cambiario. Sobre este punto, Pedro Cisneros, gerente de ventas de una concesionaria local, subrayó que este movimiento de tasas repercutió en los intereses que aplican las concesionarias para financiar las compras de unidades.

“El 70% de las operaciones se hacen con financiación. El aumento de los precios de los autos es importante, porque podría representar entre $ 20.000 y $ 30.000 en el bolsillo de los clientes. Pero es más complicado el problema de las tasas de interés, porque afecta las cuotas que los clientes deberían pagar al financiar la compra de su auto”, argumentó el directivo.

El impuesto a los autos

Los empresarios del sector también aguardan que el equipo económico de Macri modifique las alícuotas del impuesto interno que la administración de la ex presidenta, Cristina Fernández, dispuso en 2013 para gravar la venta de automóviles de media y de alta gama. El ex ministro de Economía, Axel Kicillof, incrementó la alícuota de 10% del tributo a dos franjas de 30% y 50%. Estos cambios significaron aumentos en los precios que oscilaron entre el 50% y el 100%. Funcionarios del Ministerio de Producción, que conduce Francisco Cabrera, evalúan retrotraer el tributo. O, en el peor de los casos, disminuir su incidencia fiscal.

Lo que buscaba Kicillof, ante la escasez de dólares en la economía, era desalentar la compra de autos importados de gama alta que, por la brecha del 60% que en 2013 separaba al dólar oficial del “blue”, funcionaba como un subsidio para los autos de lujo. La medida provocó el derrumbe de ventas, particularmente en el segmento de gama alta.

Sin embargo, por el avance de la inflación, la base imponible del impuesto -que inicialmente fue fijada en $ 170.000 y $ 210.000- quedó desactualizada. Entonces, muchos modelos que no estaban alcanzados por el tributo, y que se fabrican en el país, también comenzaron a pagar.

El empresario, Julio Quesada, subrayó que es necesario modificar las pautas del impuesto interno para evitar distorsiones de precios en el mercado. No descartó que eventuales modificaciones de las alícuotas ayuden a bajar los precios de algunos modelos. “Todo lo que representa trabas para la economía, debe desaparecer para que se normalice el mercado”, consideró. La expectativa de los empresarios es que los cambios en las alícuotas del impuesto a los autos se concrete en los primeros meses de 2016.