“El punk es una cultura de resistencia, por eso está tan vivo”

En general, los libros sobre culturas alternativas (como el punk) son escritos por científicos sociales -antropólogos o sociólogos, por ejemplo- o por quienes participan en esos movimientos. “Sociabilidades punks y otros marginales. Memorias e identidades (1977-2010)” presenta una particularidad: los autores forman parte de ambos universos. Antes que nada es un ensayo que, lejos de aburrir con técnicas y metodologías, hace notar la rigurosidad de la ciencia en sus páginas. Para fortuna del lector, el costado académico se complementa con un relato cercano a la primera persona. Porque Pablo Cosso, Pablo Giori, Adriana Petra, Martín Locarnini y Máximo Tuja conocen desde adentro los movimientos que estudiaron. Ese es un plus de la obra: el sentimiento con el que está escrita.

Integran la publicación cuatro trabajos producidos tras la llegada del nuevo milenio. Petra estudia el anarquismo y el punk como estilos de vida; Giori habla de los punks en Tucumán; Locarnini y Tuja se ocupan de los fanzines (revistas hechas artesanalmente que suelen contar con estética y temática punk); y Cosso se refiere al punk en Buenos Aires, entre dictadura y post-dictadura.

La idea original fue de Cosso y de Ale Natural (de la editorial Tren en Movimiento). Ellos se pusieron en contacto con Giori y comenzaron a trabajar los textos. “No nos conocemos, nunca nos vimos. De eso va el punk, de hacerlo uno mismo. Aunque yo viva en Barcelona desde hace años decidimos tirar para adelante porque el proyecto es súper interesante” explicó Giori, en una entrevista vía e-mail con LA GACETA.

“La intención del libro es rescatar las primeras publicaciones académicas sobre temática punk en Argentina, que no habían sido publicadas y que provenían de sujetos cercanos a los movimientos”, precisa el tucumano. Giori está realizando su doctorado sobre las relaciones entre nacionalismo y cultura popular en la Universidad de Girona. Fue el mejor promedio de la carrera de Letras de la UNT en 2010.

“Recuperamos una memoria y escribimos una historia con las herramientas que nos dan las ciencias sociales, pero no escribimos únicamente para la academia, sino para los punks también -destaca Giori-. Eso tiene que ver con que el proyecto sale de una editorial punk como es Tren en Movimiento y no desde una universidad”.

Giori subraya el valor de trabajar desde la academia pero codo a codo con los punks. “Son nuestros sujetos, pero somos nosotros mismos también. Eso nos da una información muy valiosa”, apunta. No se trata del primer proyecto sobre el universo punk que aborda Giori. Además de referirse al tema en su tesis de licenciatura, fue guionista y director del documental “HCPunk en Tucumán, 10 años de rock y autogestión”.

“Si el libro gusta la idea es hacer un segundo volumen, recuperando los movimientos punks en otros lados que no pudieron entrar en este tomo -advierte Giori-. Por ejemplo, en Córdoba, Rosario y Mendoza hay un movimiento punk muy fuerte y cuentan con investigaciones muy interesantes, pero no pudimos incorporarlas al libro por falta de espacio”.

Aunque la frase “el punk ha muerto” se viene escuchando y discutiendo hace décadas, Giori no coincide. Considera que la llegada de internet facilitó los rituales propios del movimiento: “la historia de cómo editamos el libro explica lo que pienso. El punk explotó con internet y está más presente que nunca porque todo aquel que quiera hacer algo, decir algo, enseñar algo, tiene las puertas abiertas al mundo para intercambiar cosas de forma gratuita”.

“Antes era mandar cartas pegando el sello con Voligoma para poder reutilizarlo, ahora se trata de enviar correos y esperar que te envíen en PDF los fanzines de todo el mundo -ilustra Giori-. El punk es música pero también es una cultura poderosa de resistencia, de creación y de acción colectiva, por eso está tan vivo”.