Un testigo ratificó que Callejas circulaba a excesiva velocidad

Un testigo ratificó que Callejas circulaba a excesiva velocidad

El hombre que lo acompañaba cuando atropelló al canillita dijo que iban a 150km/h. Carlos Asar, que en un principio había estado imputado y luego fue sobreseido, declaró ante el tribunal de la Sala I.

CASI 20 TESTIGOS. El tribunal continuó escuchando las declaraciones de los testigos durante la tarde de ayer. la gaceta / foto de diego aráoz CASI 20 TESTIGOS. El tribunal continuó escuchando las declaraciones de los testigos durante la tarde de ayer. la gaceta / foto de diego aráoz
01 Diciembre 2015
El canillita Raúl Marcelo Pucheta voló entre uno y dos metros por arriba del capot de la camioneta que lo chocó la madrugada del 10 de julio de 2010. Esa fue una de las afirmaciones en las que coincidieron ayer los testigos que declararon en la segunda audiencia del debate oral en el que juzgan a Gonzalo Manuel Callejas, el conductor del vehículo que atropelló al vendedor de diarios que murió ese mismo día en el hospital Padilla.

Carlos Alberto Asar viajaba como acompañante en esa camioneta y fue sobreseido durante la instrucción de la causa que investigó la muerte Pucheta. Pero ayer fue citado como testigo para declarar ante el tribunal integrado por los jueces María Elisa Molina, Pedro Roldán Vázquez y Eduardo Romero Lascano.

“En ese año todavía estaba vigente el 4 AM (tope horario para todas las actividades nocturnas) nos habíamos juntado con otros tres amigos a las 23 y cerca de las 2 nos fuimos a bailar a Recórcholis. Como el boliche cerraba a las cuatro, nos fuimos a buscar una fiesta. Ahí fue donde nos encontramos con Gonzalo (Callejas) con quien somos amigos desde los 13 años. Estuve tomando alcohol desde que nos habíamos juntado y cuando nos encontramos yo estaba alcoholizado”, declaró Asar.

Después de encontrarse en esa fiesta, Asar, Callejas y sus otros tres amigos decidieron ir a la casa de uno de ellos para continuar la noche. “Desde que salimos anduve en el auto con mis otros tres amigos. Pero cuando nos fuimos del after subí a la camioneta de Gonzalo. Íbamos a buscar la bebida que había quedado en mi casa por mi cumpleaños. Comenzamos a andar por la avenida Aconquija y él (por el imputado) comenzó a contarme que tenía problemas con su esposa”, agregó el testigo.

De acuerdo con la versión del testigo, después de ese diálogo le pidió a Callejas que redujera la velocidad. “Estábamos andando muy fuerte. Me puse el cinturón de seguridad porque pensaba que si se nos cruzaba un auto o una persona, íbamos a tener un accidente y, al final, eso fue lo que terminó pasando”, continuó.

Asar también dio precisiones de la velocidad a la que circulaban por avenida Aconquija. “Miré el velocímetro y vi que íbamos a 150 kilómetros por hora. Ahí le pedí que bajara la velocidad, pero a pesar de que la redujo seguíamos andando muy fuerte”, puntualizó.

El testigo también señaló que al llegar a la intersección de las avenidas Mate de Luna y Alfredo Guzmán -lugar donde ocurrió el trágico accidente- no alcanzó a ver si el semáforo estaba en rojo o en verde. Sólo señaló que dentro del habitáculo de la camioneta se sintió como una turbulencia a la que, según remarcó, la asoció con el hecho de que habían esquivado algo. “Después de eso sentí un golpe fuerte y que se rompió un vidrio de la camioneta pero cuando le pregunté a Gonzalo qué había pasado sólo me dijo: ‘no sé, no sé’. Y seguimos andando hasta que me dejó y se fue”, explicó Asar.

Mientras lo escuchaba declarar ante los jueces, Callejas nunca levantó la mirada para ver de frente a su amigo. Incluso cuando circunstancialmente sus miradas se cruzaron, el imputado optó agachar levemente la cabeza. Asar también les dijo a los jueces que después del accidente, no volvieron a tener la misma relación de amistad.

El instante del choque

Los otros tres testigos estuvieron en el cruce de avenidas donde Pucheta fue atropellado. María Lourdes González Heredia dijo que con su marido Néstor Darío Sáez -quien también prestó declaración- estaban detenidos en la esquina de Mate de Luna y Alfredo Guzmán. “Veníamos de una fiesta. Iba sentada en el asiento de atrás porque venía con nuestro hijo que tenía cinco meses. Al lado de mi marido iba una amiga mía. Pero a pesar de estar detrás de ellos pude ver que el semáforo estaba en rojo. Pero la camioneta pasó igual. Fue todo muy rápido. Y al girar (por Alfredo Guzmán) chocó al canillita que estaba parado en la esquina. Lo hizo volar como dos metros y cayó en el mismo lugar donde estaba parado”, dijo González Heredia.

María Fernanda Rodríguez, otra testigo, también dijo que el canillita quedó suspendido en el aire antes de quedar tirado en el asfalto. “Quedé shockeada y me puse a llorar. No me quise acercar al lugar donde cayó. No pude ver el vehículo que lo chocó porque las luces me encandilaron. Sólo sé que era un vehículo grande”, relató.

En tanto que Néstor Sáez podría ser procesado por falso testimonio si los jueces aceptan el pedido formulado por la fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo, quien consideró que el testigo cambió la declaración que formuló durante la instrucción.

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