29 Noviembre 2015
DYN
Juan José Aranguren, el ministro de Energía que designó el presidente electo, Mauricio Macri, dejó claro que durante su gestión se aplicarán, de forma gradual, incrementos en las tarifas de la luz eléctrica y del gas domiciliarios. En este sentido, explicó que el futuro Gobierno corregirá el sistema tarifario, la señalar que, en la actualidad, “privilegia a los usuarios de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires”.
“Tenemos que ir a un sistema (de tarifas) que sea sostenible en el tiempo y en el que se recuperen los costos de la generación, de la producción, del transporte y de la distribución de los servicios, sin olvidarnos de los sectores con menor poder adquisitivo, para que puedan mantener un subsidio de luz y de gas como los reciben ahora”, argumentó el funcionario, según consignó la agencia DyN.
En una entrevista radial, Aranguren precisó que el Gobierno de Macri tendrá que corregir el sistema tarifario, al indicar que “es un tanto discriminatorio y no es lo federal que debería ser”. “Haremos un cruce de información sobre poder adquisitivo, capacidad contributiva y consumo energético para estar seguros de que no vamos a afectar a aquellos que no están en condiciones de pagar más”, detalló el funcionario. En este sentido, sostuvo que se aplicará un mecanismo de tarifa social, al cual definió como “un bloque de energía y de gas que van a recibir de forma gratuita los sectores carenciados”.
Por otro lado, no descartó que en el verano continúen los cortes de luz. “El problema fundamental que tenemos en el sector eléctrico es poder mejorar la calidad del servicio, ya que la duración y frecuencia de los cortes que tenemos en la Argentina es superior a la que tienen otros países de Latinoamérica”, observó. “Las inversiones que no se hicieron en los últimos años no se pueden hacer en días, por lo que no va a haber ninguna respuesta mágica para lo que pueda pasar el próximo verano”, admitió.
Aranguren confirmó que el jueves pasado conversó con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Aseguró que tuvo una “buena reunión” en la cual intercambiaron visiones sobre el sistema energético. Además, aclaró que la colación opositora Cambiemos no tiene previsto modificar la composición societaria de la petrolera estatal YPF. “El 51% (de la empresa) está en manos del Estado y así va a continuar. Va seguir siendo la compañía más grande del país en los próximos años”, sostuvo Aranguren.
El mercado de las naftas
Las correcciones en el sistema de subsidios no será la única dificultad que deberá afrontar Aranguren. Las políticas energéticas, y en particular aquellas vinculadas el sector de las estaciones de servicio, también figuran en su agenda. Sobre este punto, Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), se mostró optimista con la llegada de Aranguren a Energía.
“Él sabe cómo se maneja el sector y cuales son las necesidades. Además, tiene una concepción similar a la nuestra respecto de la libertad comercial y de la competencia. Tenemos expectativa sobre el trabajo que pueda hacer. Sabemos que no conseguirá logros en el corto plazo, pero vamos a trabajar en conjunto”, anticipó.
El directivo dialogó con LA GACETA en la sede local de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), que celebró sus 60° aniversario.
Consultado sobre la actualidad del mercado de combustibles, y de los últimos retoques en los precios que aplicaron las petroleras, Gold recalcó que los valores actuales de las naftas “no tienen mucho margen para subir”. “Después de Uruguay, la Argentina tiene los precios de combustibles más altos de la región. Lo que influiría negativamente es una devaluación (del peso en relación al dólar)”, analizó.
Por otro lado, mencionó que la inflación es una de las principales preocupaciones de los propietarios de estaciones de servicios, ya que afecta la estructura de costos de las empresas. Además, consideró que es una variable fundamental al momento de discutir salarios con los gremios que representan a los trabajadores del sector.
Gold también se refirió a la caída de los precios globales del petróleo y a la vinculación de este fenómeno con los valores locales de las naftas. “El petróleo se comercializa en dólares, por lo cual una devaluación impactaría directamente”, analizó. “El precio del crudo en el país tiene un valor de referencia de U$S 77 (el barril). Por lo tanto, las oscilaciones del valor del petróleo no determinan los precios de las naftas. Sí tienen implicancia la inflación y una eventual devaluación”, concluyó Gold.
“Tenemos que ir a un sistema (de tarifas) que sea sostenible en el tiempo y en el que se recuperen los costos de la generación, de la producción, del transporte y de la distribución de los servicios, sin olvidarnos de los sectores con menor poder adquisitivo, para que puedan mantener un subsidio de luz y de gas como los reciben ahora”, argumentó el funcionario, según consignó la agencia DyN.
En una entrevista radial, Aranguren precisó que el Gobierno de Macri tendrá que corregir el sistema tarifario, al indicar que “es un tanto discriminatorio y no es lo federal que debería ser”. “Haremos un cruce de información sobre poder adquisitivo, capacidad contributiva y consumo energético para estar seguros de que no vamos a afectar a aquellos que no están en condiciones de pagar más”, detalló el funcionario. En este sentido, sostuvo que se aplicará un mecanismo de tarifa social, al cual definió como “un bloque de energía y de gas que van a recibir de forma gratuita los sectores carenciados”.
Por otro lado, no descartó que en el verano continúen los cortes de luz. “El problema fundamental que tenemos en el sector eléctrico es poder mejorar la calidad del servicio, ya que la duración y frecuencia de los cortes que tenemos en la Argentina es superior a la que tienen otros países de Latinoamérica”, observó. “Las inversiones que no se hicieron en los últimos años no se pueden hacer en días, por lo que no va a haber ninguna respuesta mágica para lo que pueda pasar el próximo verano”, admitió.
Aranguren confirmó que el jueves pasado conversó con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Aseguró que tuvo una “buena reunión” en la cual intercambiaron visiones sobre el sistema energético. Además, aclaró que la colación opositora Cambiemos no tiene previsto modificar la composición societaria de la petrolera estatal YPF. “El 51% (de la empresa) está en manos del Estado y así va a continuar. Va seguir siendo la compañía más grande del país en los próximos años”, sostuvo Aranguren.
El mercado de las naftas
Las correcciones en el sistema de subsidios no será la única dificultad que deberá afrontar Aranguren. Las políticas energéticas, y en particular aquellas vinculadas el sector de las estaciones de servicio, también figuran en su agenda. Sobre este punto, Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), se mostró optimista con la llegada de Aranguren a Energía.
“Él sabe cómo se maneja el sector y cuales son las necesidades. Además, tiene una concepción similar a la nuestra respecto de la libertad comercial y de la competencia. Tenemos expectativa sobre el trabajo que pueda hacer. Sabemos que no conseguirá logros en el corto plazo, pero vamos a trabajar en conjunto”, anticipó.
El directivo dialogó con LA GACETA en la sede local de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), que celebró sus 60° aniversario.
Consultado sobre la actualidad del mercado de combustibles, y de los últimos retoques en los precios que aplicaron las petroleras, Gold recalcó que los valores actuales de las naftas “no tienen mucho margen para subir”. “Después de Uruguay, la Argentina tiene los precios de combustibles más altos de la región. Lo que influiría negativamente es una devaluación (del peso en relación al dólar)”, analizó.
Por otro lado, mencionó que la inflación es una de las principales preocupaciones de los propietarios de estaciones de servicios, ya que afecta la estructura de costos de las empresas. Además, consideró que es una variable fundamental al momento de discutir salarios con los gremios que representan a los trabajadores del sector.
Gold también se refirió a la caída de los precios globales del petróleo y a la vinculación de este fenómeno con los valores locales de las naftas. “El petróleo se comercializa en dólares, por lo cual una devaluación impactaría directamente”, analizó. “El precio del crudo en el país tiene un valor de referencia de U$S 77 (el barril). Por lo tanto, las oscilaciones del valor del petróleo no determinan los precios de las naftas. Sí tienen implicancia la inflación y una eventual devaluación”, concluyó Gold.
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