Diego Erroz: el padre de la criatura

Diego Erroz: el padre de la criatura

Aunque intente despegarse del éxito, Diego Erroz fue clave en el armado del plantel campeón de la B Nacional y en pelear para que Azconzábal sea el DT.

DIEGO ERROZ. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO DIEGO ERROZ. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
29 Noviembre 2015
Confiesa sentirse culpable por no haber podido cumplir una promesa. Entiende que le falló a su hija, Guadalupe, pero hablando con ella, vía celular, intenta explicarle que su trabajo todavía lo tiene atado a Tucumán y que él hubiera dado todo con tal de verla bailar en su acto de fin de año.

Ese tipo de pequeños detalles hacen, a veces, que el éxito deportivo y profesional no sea el remedio para sanar heridas del corazón. “Ellas me entienden porque todo lo que hago lo hago por ellas, por mi familia”. Diego Erroz se saca el sombrero con Julieta, su esposa, con “Guada” (10 años) y con Guillermina (5), los amores que lo alientan desde Rosario, a donde no ve la hora de regresar para recuperar el tiempo que el manager de Atlético invirtió con su trabajo silencioso en el club.

Erroz fue en parte el hacedor del ascenso a Primera, aunque él asegure que su porción de la torta sea cero. “El ascenso fue del cuerpo técnico y de los jugadores. Ellos jugaron, ellos ganaron, ellos defendieron esta camiseta, la más linda de todas, con pasión y compromiso. Desde mi función traté de sumar los mejores refuerzos (coordinados con el DT) y que se cumplan con los objetivos pautados al inicio de la temporada”, explica quien es también un hombre récord en 25 de Mayo y Chile. Como futbolista, Erroz fue parte activa de los ascensos a la B Nacional y a Primera, con Rivoira de DT. “Cuando llegué en 2007 jamás pensé que podría lograr todo lo que logré en Atlético”, acepta el nacido en Embalse, que vende a su pueblo cordobés como el mejor lugar del mundo para descansar. “Tienen que conocerlo”, lo promociona quien fuera criticado en su momento por jugársela con la contratación de Juan Manuel Azconzábal.

“Lo tuve de compañero, sabía cómo trabajaba. Aparte, un sueño personal mío era iniciar un proyecto integral de Novena a Primera con el ‘Vasco’ al frente. Es un tipo que conoce al club y para mí era fundamental su aporte”, destaca, y luego ríe con sorna cuando LG Deportiva le consulta si quienes lo criticaron a él y al técnico se disculparon. “Sabés qué, siempre digo que cuando te quieren todos, algo raro hay. El que no confía en mí y tiene sus fundamentos, lo comprendo, pero el que no lo hace porque no le gusta mi cara, no. Sé que hay gente a la que no le caigo bien y no le caeré y lo acepto, porque yo no busco caerle bien a todos, busco hacer mi trabajo. Lo bueno: estaban los que me criticaban y que ahora se están dando cuenta de que no hacemos las cosas por hacer”, señala Erroz, respira, y continúa.

“Que hoy nos encontremos en el lugar que estamos en el fútbol argentino, me da tranquilidad porque quiere decir que trabajamos con responsabilidad. A veces pueden salir las cosas, a veces no, pero que a lo largo del camino terminan saliendo, seguro. Si contás con el apoyo de la dirigencia, como es mi caso, con el tiempo todo sale”.

Erroz tampoco se olvida del pasado, de la debacle en el torneo de Transición. “La sufrí en su momento y me hice cargo de la parte que me tocó a mí. El fútbol es así, en un campeonato te sale todo y al otro vas por la revancha. Pero cuando no te salen las cosas y cambiás rotundamente, me parece que ahí empezás a equivocarte. Por eso, con la dirigencia buscamos el orden deportivo que no se había podido tener la temporada pasada. Buscamos una conducción distinta a lo que venía teniendo el plantel profesional. Me pareció que el ‘Vasco’ era la persona”. 

Está claro que si no se lograba el ascenso, todo lo hecho, por más lindo que haya sido, hubiera tornado esta historia en fracaso. “Sí, sí, era fracaso. Hicimos un año muy bueno, desde el trabajo del plantel hasta lo que se hizo en el club. Después, esto es fútbol y puede pasar. Para el de afuera hubiese sido un rotundo fracaso”, da el visto bueno. 

Erroz cree conocer el por qué de la resistencia de los hinchas para con el DT al inicio de esta campaña, hoy bañada ya en gloria. “Tuvo que pagar el precio de no ascender el torneo anterior, habiendo sacado siete puntos de nueve. Y bueno, son cosas que en el fútbol pasan. Lo mejor de todo es que tanto jugadores como cuerpo técnico y el club, estuvieron a la altura y pudimos resolverlo”. En esas últimas líneas se nota la satisfacción de quien cumplió con su trabajo y recibió su gran bono de Navidad.

El desafío de no fracasar en Primera
Llegó la hora del confesionario para contar lo vivido y proyectar el futuro. “Con el ascenso consumado, la felicidad fue inigualable, pero al otro día ya pensábamos en lo que viene, en que somos un equipo de Primera y que la gente y nosotros nos tenemos que exigir como tal”, revela Diego Erroz, que junto a otro grupo de directivos está abocado al rearmado del plantel profesional. 

El torneo que se viene, tiene aire de Ruleta Rusa. ¿Por qué? “Porque es injusto que en seis meses puedas caer de nuevo. Está bien, te la tenés que jugar y todo, pero no es lo mejor”, opina el manager “decano”. 

Igualmente, Erroz trata de ver la mitad del vaso lleno. “Vivir con esta presión y responsabilidad es  mucho más linda que vivir sabiendo que tenés que pelear por otras cosas de la vida”. 

Las inferiores y su sentido de pertenencia
El crecimiento que lograron las categorías de Atlético que juegan los torneos de AFA es una buena señal, opina Erroz, cabeza visible de un ambicioso proyecto.  “Apuntamos a futuro, a que la mitad de los chicos que integren el plantel superior tengan la capacidad de que vos le tires la camiseta y jueguen. Nosotros les decimos que somos un accesorio, que deben aprovecharnos y trabajar a conciencia. El fútbol es una forma de vida, es tomarla con responsabilidad o hacerte a un costado”, confía Erroz, que no descuida los estudios de sus pupilos. “El que no estudia, no juega”, dice y amplía. “El que no  llegue a Primera va a estar capacitado para tratar de vivir del fútbol en otra categoría. Y el que no lo logre, va a salir preparado para la vida, siendo responsable y buena gente. Acá se inculcan valores”, sostiene.

Volver a dirigir, un sueño que deberá esperar
En su momento fue quien apagó las llamas de un incendio en el plantel superior. Le fue bien, fue reconfirmado tras un semestre, aunque nunca pudo armar su equipo propio. Diego Erroz había formado un Atlético vertiginoso y peligroso, pero los resultados no lo ayudaron y pidió irse en 2014. 

“Renuncié porque pensé que era lo mejor. Nos faltó tiempo de trabajo, quizás suerte. Pero me quedo con que la dirigencia me dijo que me aceptaba mi renuncia si es que seguía como manager. También me quedo con que los jugadores no querían que me vaya y, lo más importante, es que después de perder tres partidos seguidos, salí con la frente en alto sin que nadie me diga nada. Eso quiere decir que algo bien hice” argumenta Erroz y cierra: “Voy a volver, pero hasta que no terminemos con esto, no”.

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