La dramática situación que vive Sud de Lazarte

La dramática situación que vive Sud de Lazarte

En algunos puntos de nuestra provincia, alejados de la bulliciosa capital, existen situaciones de emergencia que reclaman la atención urgente de las autoridades. Es el caso de Sud de Lazarte, localidad ubicada en el departamento Simoca, unos 15 kilómetros al sudeste de Monteagudo.

En nuestra edición de ayer, dimos abundante información sobre el tema. Sud de Lazarte es una de las poblaciones que se encuentra directamente en trance de desaparecer, a causa de los desbordes del río Chico, que han convertido a toda la zona en acequias o pantanos: las casas están destruidas y despobladas, y hasta el cementerio ha quedado arrasado. El 90 por ciento de la población ya abandonó el lugar a causa de estas calamidades, y si unos pocos aún permanecen, es porque no tienen a dónde ir, como lo consigna nuestra información.

Sud de Lazarte corre el riesgo de desaparecer, como ha ocurrido una década atrás con las comunidades de Esquina y Ojo de Agua, ubicadas más al naciente, cerca de la cola del dique Frontal, a orillas de la ruta provincial 332. La amenaza se cierne también sobre la cercana Niogasta, a tres kilómetros de la ruta 157: allí, el agua del subsuelo está a apenas 20 cm, y el salitre impide el crecimiento de cualquier plantación.

Anteayer, los pobladores de esta comunidad y de Sud de Lazarte cortaron la ruta 157 para demandar las obras públicas que entienden imprescindibles para detener las calamidades que los atribulan. Necesitan que se ejecuten trabajos que profundicen el cauce del río Chico, como manera de evitar que cada lluvia les lance encima las aguas. Afirman que hace unos meses se les envió una máquina que encauzó el río hacia la represa El Tobar; pero que la obra requiere un ensanche, además de un ahondamiento del cauce. El secretario del Interior se comprometió, por “expresas indicaciones del gobernador”, a enviar las máquinas que se necesiten para encarar tales trabajos con eficacia.

Como parece evidente, es un tema que debe afrontarse sin pérdida de tiempo, ejecutando las tareas que el desesperado vecindario solicita. Pero, además, resulta indispensable que se profundice debidamente en el problema. Hablamos de realizar una detenida investigación técnica sobre la degradación de los terrenos, y la consecuente formulación de un diagnóstico que permita tomar las decisiones adecuadas. Casi no vale la pena recordar que el tema de los anegamientos, es central en localidades del interior tucumano, y que sobre el mismo se debe operar de acuerdo a una experta planificación. Ya es hora de evitar las desastrosas secuelas que muestra la experiencia.

En el caso referido de las localidades de Sud de Lazarte y de Niogasta, se trata de atender el requerimiento de miles de tucumanos, quienes necesitan un plan integral dirigido a preservar el suelo sobre el que están viviendo, y que no se los fuerce a abandonarlo. O bien que se encare la decisión de trasladar la población porque allí es inviable vivir en las actuales condiciones. Hay que recordar que no solamente se trata de la acción devastadora del agua sobre viviendas y cultivos. El anegamiento permanente crea también serios inconvenientes sanitarios, en medio de la proliferación de insectos y de reptiles. Es de esperar, así, que la acción oficial se manifieste con la prontitud adecuada. Para demostrar, a esos habitantes de Tucumán, que no se encuentran olvidados y desamparados. No hay otra manera de ver el problema.

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