27 Noviembre 2015
RÍO DE JANEIRO.- El Senado de Brasil aprobó una decisión del Supremo Tribunal Federal de arrestar al líder de la coalición gobernante en la Cámara Alta, el senador Delcídio do Amaral, por presuntamente obstruir una investigación sobre un caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. El Senado aprobó por 59 votos a favor y 13 en contra la decisión del máximo tribunal de Brasil, que el miércoles llevó al primer arresto de un senador, en funciones, en la historia del país.
Los funcionarios que investigan a políticos por su relación con el caso de corrupción en la estatal Petroleo Brasileiro SA, acusaron a Amaral de que intentó sobornar a un ex ejecutivo de la compañía para que huyera del país, en lugar de que entregara evidencia en el marco de un acuerdo con la fiscalía.
De esta manera, el programa de austeridad de la presidenta, Dilma Rousseff, para enmendar las tambaleantes finanzas de Brasil enfrenta nuevos problemas, después de que su hombre clave en el Senado fuera arrestado por un escándalo de corrupción cada vez mayor, que podría reavivar los llamados que piden su destitución.
“El arresto fue percibido como una bomba nuclear aquí en el palacio presidencial”, dijo un asesor de Rousseff, que pidió mantener el anonimato. “Por desgracia, la crisis política se está profundizando y complicando aún más nuestra agenda en el Congreso”.
Delcídio do Amaral es la figura más prominente del Partido de los Trabajadores en el Congreso y ha sido un negociador clave con la oposición, mientras Rousseff buscaba este año apuntalar las cuentas públicas de Brasil y recuperar la confianza de los inversores.
Sin embargo, los líderes de la oposición dicen que el arresto de Amaral muestra que los esquemas de soborno en Petrobras alcanzaron sus niveles más altos con la llegada al poder del PT en 2003.
“Esto expone la relación de corrupción entre el Gobierno, los políticos y las grandes empresas”, dijo Rubens Bueno, un legislador opositor y feroz crítico del Gobierno en la Cámara Baja.
Amaral fue detenido por supuestamente intentar sobornar al ex director del área internacional de Petrobras, Nestor Cervero, quien alcanzó un acuerdo de culpabilidad que podría implicar al senador y otras personas en una red de sobornos vinculada a la costosa compra de una refinería en Pasadena, Texas, en 2006.
Rousseff no es objeto de investigación en el escándalo de corrupción, pero era la presidenta de Petrobras cuando se realizó la compra de la refinería. (Reuters)
Los funcionarios que investigan a políticos por su relación con el caso de corrupción en la estatal Petroleo Brasileiro SA, acusaron a Amaral de que intentó sobornar a un ex ejecutivo de la compañía para que huyera del país, en lugar de que entregara evidencia en el marco de un acuerdo con la fiscalía.
De esta manera, el programa de austeridad de la presidenta, Dilma Rousseff, para enmendar las tambaleantes finanzas de Brasil enfrenta nuevos problemas, después de que su hombre clave en el Senado fuera arrestado por un escándalo de corrupción cada vez mayor, que podría reavivar los llamados que piden su destitución.
“El arresto fue percibido como una bomba nuclear aquí en el palacio presidencial”, dijo un asesor de Rousseff, que pidió mantener el anonimato. “Por desgracia, la crisis política se está profundizando y complicando aún más nuestra agenda en el Congreso”.
Delcídio do Amaral es la figura más prominente del Partido de los Trabajadores en el Congreso y ha sido un negociador clave con la oposición, mientras Rousseff buscaba este año apuntalar las cuentas públicas de Brasil y recuperar la confianza de los inversores.
Sin embargo, los líderes de la oposición dicen que el arresto de Amaral muestra que los esquemas de soborno en Petrobras alcanzaron sus niveles más altos con la llegada al poder del PT en 2003.
“Esto expone la relación de corrupción entre el Gobierno, los políticos y las grandes empresas”, dijo Rubens Bueno, un legislador opositor y feroz crítico del Gobierno en la Cámara Baja.
Amaral fue detenido por supuestamente intentar sobornar al ex director del área internacional de Petrobras, Nestor Cervero, quien alcanzó un acuerdo de culpabilidad que podría implicar al senador y otras personas en una red de sobornos vinculada a la costosa compra de una refinería en Pasadena, Texas, en 2006.
Rousseff no es objeto de investigación en el escándalo de corrupción, pero era la presidenta de Petrobras cuando se realizó la compra de la refinería. (Reuters)
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