El que cambia pierde y el que no cambia gana

El que cambia pierde y el que no cambia gana

RESPETUOSO. Daniel Scioli reconoció su derrota. telam RESPETUOSO. Daniel Scioli reconoció su derrota. telam
Su contradicción lo derrotó. Scioli pasó 20 años preparándose para ser presidente. Regó su postulación con una actitud serena, conciliadora, dialoguista y estoica. En los últimos tramos de campaña fue todo lo contrario. El kirchnerismo ayudó a su confusión. Anoche, al reconocer su derrota, reapareció el otro Scioli, pero ya era tarde.

Macri nunca cambió. No se salió del libreto y festejó con la alegría de haber llegado a destino, pero con la cautela de quien prevé lo que vendrá. Sabe, precisamente, que el diálogo y la búsqueda de consenso son cuestión de Estado. La composición del Congreso le auguran largas y difíciles batallas. La sociedad le ha dado el mandato del diálogo y de la negociación. No le regaló una gran brecha de diferencia en el triunfo. Los argentinos no quieren más poderes hegemónicos. Tampoco están dispuesto a modificar algunos derechos adquiridos en la era K. Sí le dijeron basta a las formas de las que abusó el kirchnerismo innecesariamente.

Así será la nueva Argentina. Estará en la responsabilidad de ganadores y de perdedores enterrar las venganzas y los odios que no construyen. El nuevo país tendrá otra generación en el poder. Massa, que ayer no quiso perder su protagonismo, peleará desde su banca en el futuro y el salteño Urtubey buscará su destino desde el peronismo.

Manzur se dio con el gusto de decir que ganó las cuatro elecciones en Tucumán y buscó así limpiar su saco salpicado de fraude. En el PJ ayer se coreó “Manzur conducción”. Fueron mensajes para “Betty” y José. Manzur se fue del PJ sonriendo; Alperovich se retiró con gesto adusto.

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