Por Federico Espósito
22 Noviembre 2015
UN TRACTOR. El despliegue físico de Pablo Matera no deja de sorprender. El joven tercera línea fue uno de los mejores. PRENSA UAR
Faltan menos de tres meses para el estreno de la franquicia argentina en el Súper Rugby, el 16 de febrero contra Cheetahs, y qué mejor oportunidad para mostrar un trailer en alta definición que en Twickenham, la Catedral del Rugby, y frente a las estrellas del Barbarian Football Club, el equivalente rugbístico a lo que en el fútbol se conoce como Resto del Mundo. El 49-31 de Los Pumas sobre los Baa-Baas fue un concierto de cierre para un año histórico, que marcará un punto de referencia en su línea de tiempo.
El primer tiempo fue un compacto de los aciertos que los muchachos de Daniel Hourcade mostraron durante el año, sobre todo en el Mundial. Luego de esos primeros minutos en los que el combinado británico atacó y llegó al try por medio de Tevita Kuridrani, Argentina dio rienda suelta a sus ambiciones ofensivas, esas que le valieron el respeto de las grandes potencias. Al try de Facundo Isa le siguió otro de Santiago Cordero, en el que quedaron expuestas las virtudes de este nuevo y prometedor modelo Puma: dinámica, precisión, variantes, intención, profundidad, conexión, etcétera.
Para agregarle componentes a la ecuación, apareció el tucumano Ramiro Moyano para mostrarse en un primer tiempo de novela. El fullback se mostró muy participativo en ataque, evitando un try, haciendo otro y fabricando la jugada del cerraría la etapa, otra vez a cargo de Cordero. Parcial: 28-12.
El ritmo se sostuvo durante la segunda parte, en la que Los Pumas continuaron contragolpeando a toda velocidad, casi como si se tratarse de un partido de seven, y defendiendo con una solidez superior a la vista en la Copa del Mundo. Para muestra, basta el gran tackle de “Cachorro” a Nemani Nadolo, de 125 kilos, cuando se enfilaba hacia el ingoal. Además, la contra terminó en el try de Jerónimo de la Fuente. El propio Sánchez facturó capturando una pelota que picó mal en el fondo británico. Fue el séptimo y último eslabón de una estupenda cadena de tries frente a un rival poderoso, quizás sin identidad de equipo, pero con mucha calidad individual.
Falta poco para el Súper Rugby, pero ya podemos saber cómo viene la mano con Los Pumas.
El primer tiempo fue un compacto de los aciertos que los muchachos de Daniel Hourcade mostraron durante el año, sobre todo en el Mundial. Luego de esos primeros minutos en los que el combinado británico atacó y llegó al try por medio de Tevita Kuridrani, Argentina dio rienda suelta a sus ambiciones ofensivas, esas que le valieron el respeto de las grandes potencias. Al try de Facundo Isa le siguió otro de Santiago Cordero, en el que quedaron expuestas las virtudes de este nuevo y prometedor modelo Puma: dinámica, precisión, variantes, intención, profundidad, conexión, etcétera.
Para agregarle componentes a la ecuación, apareció el tucumano Ramiro Moyano para mostrarse en un primer tiempo de novela. El fullback se mostró muy participativo en ataque, evitando un try, haciendo otro y fabricando la jugada del cerraría la etapa, otra vez a cargo de Cordero. Parcial: 28-12.
El ritmo se sostuvo durante la segunda parte, en la que Los Pumas continuaron contragolpeando a toda velocidad, casi como si se tratarse de un partido de seven, y defendiendo con una solidez superior a la vista en la Copa del Mundo. Para muestra, basta el gran tackle de “Cachorro” a Nemani Nadolo, de 125 kilos, cuando se enfilaba hacia el ingoal. Además, la contra terminó en el try de Jerónimo de la Fuente. El propio Sánchez facturó capturando una pelota que picó mal en el fondo británico. Fue el séptimo y último eslabón de una estupenda cadena de tries frente a un rival poderoso, quizás sin identidad de equipo, pero con mucha calidad individual.
Falta poco para el Súper Rugby, pero ya podemos saber cómo viene la mano con Los Pumas.
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