“Que no llueva” es el rezo de los que viven a la vera de canales

“Que no llueva” es el rezo de los que viven a la vera de canales

El “Mapa de barrios vulnerables” de la municipalidad capitalina define nueve zonas vulnerables. Ductos y barrios en zonas bajas.

 -LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA. -LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA.
18 Noviembre 2015

Alrededor de 20 barrios de la capital tucumana serían los más afectados por las lluvias del verano que se aproxima, según el relevamiento realizado por Defensa Civil municipal. Los datos surgen a partir de la experiencia recabada el año pasado, con lo cual se conformó un mapa en el que figuran nueve zonas vulnerables; es allí donde vecinos y funcionarios tendrán que estar más atentos que en cualquier otro lado ante una tormenta fuerte, ya que corren el riesgo de terminar anegados o inundados.

“Es un mapa que se modifica todos los años en virtud de las obras que se fueron haciendo. Por ejemplo, del barrio Alejandro Heredia, que antes se inundaba casi por completo, ahora queda vulnerable solamente un sector”, señaló Eduardo Valdés, subdirector de Defensa Civil municipal.

Nuevamente, las autoridades municipales cargaron contra la falta de obras de mantenimiento y reparación de los canales Norte y Sur, los principales del Gran San Miguel de Tucumán (GSMT), y que son responsabilidad del Gobierno provincial a través de la Dirección Provincial del Agua (DPA). “Muchos de los barrios que están en situación de vulnerabilidad padecen por el deterioro de los canales más importantes, mientras que otros se inundan por la propia situación geográfica en la que se emplazan”, distinguió Oscar Terrazas, director de esa cartera. El funcionario reiteró que enviaron relevamientos y pedidos de reparación de los canales Norte y Sur a la Provincia, pero no tuvieron éxito en las gestiones. “Tenemos miedo de que, si viene la lluvia, los canales no estén preparados para soportarla”, agregó Valdés.

Cerca de cursos de agua

Si se observa el mapa de barrios vulnerables, las zonas que más peligran son aquellas que están ubicadas en las cercanías de los cursos de agua naturales y artificiales. Es el caso de los barrios Alberdi Norte, Los Andes, Lucas Córdoba, Juan Pablo II (afectados por el canal Norte); y Congreso, 11 de Enero, Miguel Lillo I, Miguel Lillo II, Ampliación Miguel Lillo, Blasco I, Federal (en vilo por posibles desbordes del canal Sur). En otros barrios, el riesgo se debe a que están emplazados en zonas deprimidas: 11 de Febrero, Las Piedritas, Alejandro Heredia, entre otros.

“Hay que tener en cuenta que algunos de los barrios que se inundan son, en realidad, asentamientos irregulares. Cuando la gente que ocupa terrenos porque necesita vivienda, lo hace normalmente cuando hay sol, pero después, cuando llueve, se dan con que se inundan. Por supuesto, hay terrenos que están desocupados justamente porque no están en una zona apta para viviendas”, explicó Valdés.

El Prelluvia

La Provincia todavía no ha dado precisiones acerca de las obras de reparación integral de los canales Norte y Sur, trabajos que fueron anunciados por Oscar Mirkin (el ex secretario de Obras Públicas, ahora reemplazado por Cristina Boscarino) y que, supuestamente, comenzarían de inmediato. En Casa de Gobierno argumentan que los funcionarios son nuevos, que la gestión está dando sus primeros pasos y que en los ministerios sus nuevos ocupantes apenas se están amoldando a las funciones.

De todos modos, la semana pasada, casi apenas asumido en sus funciones, el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, se reunió con el gobernador Juan Manzur y, entre otros temas, hablaron de la emergencia climática. En un comunicado se informó entonces que Defensa Civil, Desarrollo Social y Obras públicas ya están articulando acciones conjuntas en el marco del programa Prelluvia, aunque no se especificaron cuáles son esas acciones: “nos preparamos para esta contingencia y si ocurre encontrarán un Ministerio presente”, fueron las palabras de Yedlin.

Una semana antes, el Gobierno municipal había hecho lo propio. Germán Alfaro, el nuevo intendente capitalino, había reunido al Comité de Emergencia Municipal (COEM) para planificar las acciones antes, durante y después de las posibles tormentas. Ese plan, al igual que en la Provincia, se bautizó Prelluvia. Allí se recordó que todos los pronósticos anuncian un verano muy lluvioso y la necesidad de coordinar las acciones entre todas las reparticiones. “El objetivo del COEM es poner todas las áreas municipales en alerta ante posibles inundaciones para asistir a la población”, dijo Walter Berarducci, secretario de Gobierno alfarista.

Pasaron nueve meses desde las devastadoras crecidas que el pasado verano castigaron a los tucumanos y dejaron numerosas obras de infraestructura dañadas o totalmente inutilizadas. Y habrá que esperar al menos un año para que todo vuelta a la normalidad. En los próximos días comenzará la construcción de tres de los cuatro puentes que fueron arrastrados por el agua durante las inundaciones de marzo, en diferentes zonas de la provincia. Las autoridades estiman, sin embargo, que las tareas se prolongarán durante al menos 12 meses.

Arranca la obra en tres de cuatro puentes caídos

El flamante titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), ingeniero Ricardo Abad, confirmó a LA GACETA que en los próximos días arrancarán con la construcción de un nuevo puente sobre el río La Sala, en la ruta 305, en Villa Padre Monti. Ese paso quedó completamente inutilizado durante las tormentas de principios de este año. La obra, que costará $ 24 millones, tendrá una duración de 12 meses. Hasta que allí vuelva a existir un puente transitable, los automovilistas deberán seguir circulando por el badén, como lo hicieron durante estos nueve meses.

Otros trabajos que están a punto de comenzar, según el nuevo responsable de Vialidad, buscan recuperar la conectividad en el oeste, en los cerros tucumanos. “La semana que viene arrancan las obras en los dos puentes sobre la ruta 340, en el valle de La Sala y en El Portezuelo (entre San Javier y Raco)”, contó Abad. Según fuentes vinculadas al organismo, esas obras estarían terminadas en un plazo de entre seis y ocho meses.

El cuarto puente que fue arrastrado por el agua y cuya construcción aún no tiene fecha de inicio es el que estaba en el acceso al parque nacional Campo de los Alisos, sobre el río Jaya. “Hay que tener en cuenta que es el que afecta a menos cantidad de población. Por eso le dimos prioridad a los otros tres”, justificó Abad.

Durante las fuertes crecidas de marzo de este año colapsaron cuatro puentes y resultaron dañados, con diferente intensidad, otros siete. De estos últimos, sólo resta reparar el de Zárate Norte, que cruza por Las Arcas, camino a Trancas.

Puentes arruinados  

Cronología  

- Los primeros puentes que cedieron durante el primer fin de semana de marzo fueron los ubicados sobre el río La Sala (ruta 305) y el acceso al puente sobre el río Calera (ruta 321). 

- Durante la semana siguiente cayeron los puentes del río Jaya, río Zerda (ruta 307), dos en Lules y uno sobre la ruta 324. También se desplomó uno en Tapia
 
 

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