"La nueva ley es un avance importante para todas las víctimas de violencia machista"

"La nueva ley es un avance importante para todas las víctimas de violencia machista"

Soledad Deza, miembro del comité académico del Observatorio de Género y Diversidad de la facultad de Derecho de la UNT, opinó sobre la creación de un cuerpo de abogadas y abogados gratuito.

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05 Noviembre 2015
La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto para la creación de un cuerpo de abogadas y abogados gratuito para las víctimas de violencia machista. 

La idea busca crear un cuerpo de abogadas y abogados que funcionará bajo la órbita de la Secretaría de Justicia en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y garantizará el acceso a la justicia de manera oportuna y efectiva. 

La apuesta es una representación jurídica gratuita, responsable y experta. Según el proyecto, el cuerpo tendrá representantes en todo el país, que ingresarían mediante “concurso público de oposición y antecedentes” y tendrían “una instancia obligatoria de formación especializada” en la temática.

Soledad Deza, abogada, feminista y miembro del comité académico del Observatorio de Género y Diversidad de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), opinó sobre la nueva ley:  

"Es un avance importante, aunque en realidad lo que hace esta nueva ley es “reglamentar” prácticamente los artículos 10, 11 y 16 de la ley 26.485 donde el Estado ya se había comprometido a asegurar patrocinio gratuito para todas las víctimas. Sin embargo, más allá de estos formalismos, bienvenida sea esta nueva ley que prevé un Organo Nacional que concentrará competencias para designar los integrantes de este Cuerpo de Abogados y Abogadas en todo el país. 

Está pendiente, por ejemplo, la asignación presupuestaria, la designación de recurso humano, el dictado del Reglamento interno del Cuerpo y la puesta en marcha efectiva de este Mecanismo de Género. Es muy importante que se haya decidido el acceso al Cuerpo de Abogados y Abogadas por concursos de antecedentes y oposición que exigirán además, formación específica en el tema, puesto que la problemática de violencia contra las mujeres no se agota con la escucha empática o la pena de los/as operadores frente a un relato. Por el contrario, requieren de quienes intervienen –patrocinando, investigando y juzgando- , el dominio de ciertas tecnologías de género sin las cuales, el acceso efectivo a  la justicia es imposible para las mujeres.

Existen resistencias significativas del Poder Judicial, por ejemplo, a investigar las violencias que no encuadran en tipos penales específicos por lo que consolida una gran desprotección para muchas situaciones violentas. Si las víctimas no cuentan con patrocinio letrado especializado en género para estos casos, se dificulta romper la lógica judicial que tiende a tratar estas situaciones con la neutralidad de cualquier proceso y es altamente probable que la justicia jamás les llegue a las mujeres y que la violencia que sufren, por lo mismo, profundice un espiral que propicia su continuidad estructural.  

Vivir una vida libre de violencias es un derecho humano que reconoce  la Convención Belem do Pará a todas las mujeres. Garantizar el acceso a la justicia cuando ven violado este derecho, es parte de la obligación de “investigar con debida diligencia” que tiene el Estado en estos casos.

También es significativo difundir que la ley 26.485 contiene varias modalidades de violencia que no se agotan en la doméstica . Y que el patrocinio gratuito debe estar disponible para todas ellas. Esto implica que deberá asegurarse el acceso a la justicia en casos de violencias acontecidas en la salud, en el trabajo y en todas las relaciones interpersonales de las mujeres, tal como lo prevé la ley 26.485".

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