Excesos de ambos lados
01 Noviembre 2015

Señor Núñez Campero, lamento nuestra discrepancia sobre los trágicos acontecimientos de los años 70. Entiendo que su objeción más fuerte –además de molestarle mi crítica a la mirada ideológica del libro– reside en que usted considera que no son equiparables la violencia de los “jóvenes armados y clandestinos” con la violencia de un Estado que perdió el rumbo en manos de seres perversos. Yo creo que sí; simplemente es violencia. La violencia, lo decían los griegos, engendra violencia, si bien es el Estado quien debe administrar la ley y hacer justicia. Sin embargo, jamás pensaría que fue un acto de “responsabilidad” la de esos jóvenes al tomar las armas. Fue locura, muerte y excesos de ambos lados, guiados por ideologías. Considero ideológica una posición, cuando todo el universo de ideas de un sujeto toma un tinte único, emocional y sesgado, sobre la realidad, y lo cree objetivamente verdadero.

Ahora bien, creo que las posiciones últimas que adoptan las personas ante el mundo son, más que el resultado de argumentaciones, opciones vitales, y como tales, a veces equivocadas. Aún así, yo hice algunas en el intento de vivir mejor:

1- Opté por la democracia y por la defensa de las instituciones.

2- Opté por el diálogo y la tolerancia en la sociedad.

3- Opté por la libertad de pensamiento y la educación para alcanzarla.

Mi crítica al libro El Nieto nace de estas opciones.

Cristina Bulacio - Tucumán

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