En Alberdi, los vecinos rezan y levantan muros para protegerse de inundaciones

En Alberdi, los vecinos rezan y levantan muros para protegerse de inundaciones

Pobladores de los barrios del noroeste de la ciudad sureña aún no han logrado recuperarse de las pérdidas que les causó el desborde de los ríos.

TRABAJO MUNICIPAL. Las máquinas abren el futuro Canal de Protección. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL. TRABAJO MUNICIPAL. Las máquinas abren el futuro Canal de Protección. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL.
27 Octubre 2015
Doña Juana Romero, del barrio 9 de Julio, de Alberdi, dice que todos los días reza en la capilla de la Virgen Rosa Mística para que en este verano no llueva mucho. Sus temores tienen causa: las torrenciales precipitaciones de principio de año provocaron el desborde de acequias, canales y ríos, y sumergieron en el agua, en seis ocasiones, el lugar donde vive. Perdió casi todos sus bienes; hasta el día de hoy no logra reponerse ni de los sustos ni de las pérdidas que sufrió. En esa zona el nivel de las aguas superó el metro de altura.

“Lo que vivimos fue una pesadilla que no queremos que se repita”, rememora, y en seguida se consuela: “confiamos en que la Virgencita nos va ayudar ahora”. El mismo problema padecen los pobladores de los barrios Escaba, 25 de Mayo, San Cayetano y Tabique, entre otros ubicados en el noroeste de la ciudad. La preocupación de los vecinos frente a la llegada de la época estival se agudiza porque no están viendo que se haga nada para frenar eventuales inundaciones. No se advierten ni proyectos de obras hídricas de envergadura que permitan contener el desborde de los ríos si se produjeran. Así que los pobladores decidieron tomar la iniciativa.

Frente a la casa de cada uno de ellos comenzaron a levantar muros de ladrillos que operen como defensas. Otros se pertrechan con bolsas de arena. “Vemos que a los canales los están limpiando, pero no sé si eso va a alcanzar para detener las crecientes. Por ahora lo único que nos queda es rogar a Dios que no caiga tanta agua como en el verano pasado. Todavía no hemos podido volver a comprar la ropa, el calzado, los electrodomésticos y todo lo que perdimos”, expresó preocupada Blanca Sotelo.

Blanca, al igual que otros vecinos que reciben beneficios sociales, cobró durante tres meses doble asignación salarial, tal como lo había dispuesto el Gobierno como indemnización por las pérdidas sufridas. Sin embargo, el beneficio apenas le alcanzó para levantar un muro de ladrillos de cinco metros de ancho para resguardar la casa si otra vez los ríos se desmadran y anegan la zona. “Cobramos unos 8.000 pesos, pero solo el lavasecarropas que se nos fundió cuesta más que eso. Ni hablar de la ropa, colchas, muebles y calzado que nos destruyó el agua”, enumera lamentándose.

Luis Lezcano apuntó que el verano pasado fue el peor de las últimas décadas. El barrio Escaba, donde vive, pasó por seis inundaciones. “Pensábamos que en otoño las lluvias iban a ser más leves, pero entonces ocurrieron los peores anegamientos. Si parecía que estábamos ante el fin del mundo. Después, ya ni podíamos dormir por temor a otra creciente”, rememoró. “No sé si se está construyendo el canal de cintura que se anunció y que nos protegería ante nuevos desbordes de acequias. Pero nosotros no podemos confiar en nadie; por eso comenzamos a levantar defensas. No nos queda otra”, agregó.

Afirman que hay obras

“El Canal de Protección Oeste, también llamado de cintura, está en plena construcción en el noroeste de la ciudad. En esta primera etapa tendrá 3.000 metros de extensión, una profundidad de unos de 2,5 metros y un ancho de fondo de 4 metros. Estimamos que antes del verano va a estar concluido”. Es lo que aseguró a LA GACETA el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Alberdi, Hipólito Aguilar. Según el funcionario, la obra se demoró porque hubo inconvenientes en el trámite de expropiación de algunos terrenos por donde pasará el acueducto. “Esos problemas ya se superaron y se avanza con los trabajos, que desembocan en el arroyo Matazambi. La otra etapa se extiende hasta el Badén del Marapa”, detalló.

Aguilar destacó que esta primera fase protegerá no solo a los barrios que se inundaron, sino también a Villa Belgrano y Donato Alvarez. “Entendemos la preocupación de la gente, pero ellos también deben colaborar”, advirtió en alusión a la basura que arrojan los pobladores en canales y acequias. “Se limpian los sedimentos que dejaron las crecientes, pero también sacamos desperdicios, grandes cantidades de botellas de plástico, pañales usados y otros residuos”, se quejó.

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