El ocaso de un ícono de la comedia familiar

Imagínese a algún referente de la comedia argentina más inocente y familiar. A un ícono anciano de la talla del nonagenario Carlitos Balá o del fallecido Juan Carlos Calabró. Ahora piense que sobre él recaen decenas de denuncias de delitos cometidos a lo largo de décadas, y que no sólo permanecen impunes sino que eran desconocidas por el gran público. Y que sus propios compañeros de elenco prefieren el silencio antes que salir en su defensa. El desconcierto y el estupor invadirían a cada espectador que rió con su ídolo hoy caído en desgracia.

Esto es lo que está pasando con Bill Cosby, el actor afroamericano más reconocido en su país desde el show televisivo que llevaba su nombre (estuvo en pantalla entre 1984 y 1992) hasta que alrededor de 50 mujeres lo acusaron de haber sufrido abusos sexuales y violaciones, luego de que las drogó ilegalmente y contra su voluntad.

El infierno puede estar en la tierra para quienes construyen su prestigio y trayectoria desde una imagen que es falsa. A la lapidaria tapa de julio de la revista The New York Magazine con una foto colectiva de 35 mujeres que lo denunciaron siguió, el viernes, un programa especial y en horario central de la cadena NBC en la que 27 víctimas contaron sus historias de vejación en cámara. La potencia de las imágenes y de los relatos son golpes mediáticos devastadores en la batalla legal de Cosby para frenar el escándalo.

La señal elegida no es casual: NBC fue la que emitió las temporadas del show que catapultó al artista a tener fama mundial y que fue interpretado como un aporte para romper los estereotipos raciales.

Las denunciantes tienen ahora entre 46 y 80 años y son blancas, negras, rubias y morenas. El caso registrado más antiguo se remonta a 1969. Entonces, Linda Brown tenía 21 años y luego de cenar con Cosby se desmayó; al despertar, descubrió que la habían violado. “En el fondo de mi corazón yo sabía que me había dado algo”, dijo en la televisión.

Muchas de ellas son representadas por la abogada Gloria Allred, quien pelea por el reconocimiento de los delitos aunque la mayoría hayan prescrito ya, lo que le permitiría a las mujeres atacadas cobrar una indemnización civil para lo que pidió que se haga un fondo de U$S 100 millones. Actualmente hay cuatro demandas abiertas contra Cosby, pero por difamación luego de que sus abogados refutasen a las víctimas. Se sumó una quinta que lo preocupa especialmente y que significó su último revés en la Justicia: tuvo que declarar formalmente en una demanda civil presentada por Judy Huth, que alega que el cómico abusó de ella en 1974 cuando era una menor de 15 años, en una mansión Playboy (ver “Siete horas”). Fue la primera vez que estuvo obligado a hablar sobre una acusación concreta, según precisó la agencia DPA.

En un proceso previo realizado hace seis años y que se resolvió con un acuerdo extrajudicial con la denunciante, Andrea Constad, Cosby reconoció el uso de drogas con mujeres para mantener relaciones, pero alegó que eran consentidas. Pero si bien está blindado legalmente en el fuero penal, no puede hacer nada en el implacable juicio de la opinión pública. Su principal sostén es su esposa Camile, con la que está casado desde 1964, y con la que tiene cuatro hijas; su único varón fue asesinado en 1997. “Es un hombre, padre y amigo maravilloso”, lo defendió en diciembre, la única vez que habló con la prensa.

En cambio, Walt Disney World retiró de uno de sus parque temático en Florida un busto de bronce del humorista; una editorial paralizó una edición de su biografía; NBC frenó un proyecto para tenerlo nuevamente en pantalla; se suspendieron las repeticiones de su serie y muchas actuaciones han sido suspendidas desde el año pasado, cuando todo estalló con ribetes sorpresivos.

Las repercusiones no se limitan al ámbito del espectáculo. En 2002, el actor que hoy tiene 78 años fue condecorado con la Medalla de la Libertad por el presidente George W. Bush, la máxima presea que el Gobierno estadounidense entrega a un civil. Ahora, el sucesor en el cargo, Barack Obama, no precisó si se le retirará el reconocimiento a su activismo social. “Si le das a una mujer o a un hombre, una droga sin su consentimiento y luego tienes sexo con esa persona sin su consentimiento, es una violación”, afirmó.

Mientras que la imagen que Cosby construyó de sí mismo por cinco décadas se desliza por un tobogán, las víctimas sanan sus heridas. “Vernos todas y estar juntas, hablar de ello, ayuda a cicatrizar y libera”, afirmó una de ellas, la mirada puesta en la cámara.

Preguntas frecuentes 

1 ¿Hay algo en común en las denuncias?

 Todas las historias tienen el mismo patrón: Bill Cosby le ofrecía su ayuda a bellas mujeres para lanzar su carrera profesional como actriz o modelo.

 2 ¿Dónde ocurrían los ataques?

El actor las invitaba a su casa, a hoteles o a fiestas. Las denunciantes coinciden en que se les habría dado un sedante muy potente (sería Quaalude) antes de los abusos. 

 3 ¿Qué responde Cosby?

No comentó nada públicamente; sólo se pronuncia a través de sus abogados, que se quejan de una cobertura sesgada de los medios y presentan demandas por difamación.

4 ¿Puede ir a la cárcel?

Por el tiempo transcurrido, la acción penal no habría prescrito sólo en dos casos: una mujer afirma que recién hace tres años superó su trauma y un presunto abuso de 2008.