10 razones de una noche para el recuerdo de la Selección

10 razones de una noche para el recuerdo de la Selección

No se trata de un error involuntario, ni de un descuido del periodista: el 0-2 ante Ecuador no debería ser un episodio para el olvido, sino para el vívido recuerdo, para que la selección argentina -su entrenador, sus jugadores y colaboradores- lo tengan más que presente desde aquí hasta el último mojón previo a embarcar -Dios y ellos lo quieran- hacia Rusia 2018. En principio, aquello que no se procesa, o que se oculta debajo de la alfombra, o que no se asume mirándolo de frente, tiende a ser repetido. Por ello, y porque detrás de cada error se esconde una lección, desgranamos 10 motivos en busca de una respuesta, antes de viajar a Asunción.

10 razones de una noche para el recuerdo de la Selección
10 Octubre 2015
1. “Lío” volvé que te perdonamos. Duramente cuestionado por su “desaparición” en las finales perdidas, se rumoreó que podría pegar el faltazo. Una lesión en la rodilla izquierda lo obligó a ello. Y el equipo lució huérfano de ideas sin el mejor futbolista del mundo. Lección: buscar alternativas serias para jugar sin Messi (y prender velas).

2. Una retaguardia sin abogado defensor. Poco y nada de la firmeza exhibida en el Mundial se vio el jueves por la noche. Sin relevos, con marcas perdidas, corriendo a apagar incendios. Ezequiel Garay y Nicolás Otamendi, desconocidos. Y Facundo Roncaglia y Emanuel Mas, pagando alto precio. Lección: Pablo Zabaleta no perdió el puesto en la cancha. Y Marcos Rojo (lesionado) sigue con luz verde para regresar.

3. El camino del medio. Para el zen, significa equilibrio, punto equidistante entre extremos. Con Javier Mascherano metido entre los centrales, Lucas Biglia pinchado como rueda de auxilio y Ángel Di María en una posición contra natura, el mediocampo argentino no fue ni chicha ni limonada. Lección: hay partidos que ameritan, quizá, un doble cinco (¿Matías Kranevitter?).

4. Pasto para las fieras. El Javier Pastore del PSG estuvo desaparecido en acción. Y cuando amagó a enchufarse a 220, el técnico lo sacó (¿?) Con el “Flaco” desconectado, Argentina se quedó sin usina de fútbol. Y no se le brindó chances a Erik Lamela. Lección: ¿No conviene agotar cambios cuando se juega tan mal?

5. O nos salvamos todos juntos… Ante el pelotazo como recurso y la ingente falta de ideas, los argentinos recurrieron a menudo a la jugada individual en busca de una solución que no llegaba desde lo colectivo. Pero esta vez no hubo salvación para el mal funcionamiento. Lección: la solidaridad paga más que el “sálvese quién pueda”.

6. Ahora sí es un problema. Martino planteó que el único puesto en que tenía superpoblación de astros era el de número 9. Caído en desgracia Gonzalo Higuaín, la lesión de un Sergio Agüero en estado de gracia le dio una nueva oportunidad a Carlos Tevez, “retirado” del puesto desde hace años. Lección: un referente de área no puede faltar.

7. Alma mía. Parece el nombre de un culebrón, y lo es. Porque la falta de actitud de Argentina fue dramática, con ribetes tragicómicos. Los jugadores no transmitieron (casi) nada desde el campo hacia las gradas o la televisión. Lección: hay que invertir en temple, porque las eliminatorias ya empezaron y pasan rápido.

8. Ecuador y siete más. El equipo de Gustavo Quinteros hizo historia. Y sacando a Bolivia y -tal vez- a Venezuela, los 4,5 pasajes a Rusia tienen un montón de pretendientes. El mal momento de Brasil no es una noticia feliz porque la torta se repartirá entre más comensales. Lección: con la camiseta sola, esta vez alcanzará menos que otras veces.

9. Hizo frío. La sensación térmica fue extremadamente baja en el Monumental. En el termómetro y en las gradas. No es novedad. Y aunque se lo intentó en el pasado con resultado disímil, quizá vendría bien llevar algún partido al interior en busca de calor y afecto. Lección: es bueno hacerles sentir algún tipo de “rigor” a los visitantes.

10. En su cárcel. Martino dijo tras la Copa América que no entra en su idea un plan B. Posesión de pelota como dogma de fe. Ahora, ¿qué hacer cuando no se la tiene? ¿O cuando el rival te la saca? Lección: en fútbol, tener plan B, C y D, te da siete vidas más.

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