Presentarán un proyecto para que haya payasos en todos los hospitales

Presentarán un proyecto para que haya payasos en todos los hospitales

Por ley, la risoterapia ya forma parte de los tratamientos pediátricos en Buenos Aires

10 Octubre 2015

¿Será cierto eso de que el payaso de hospital tiene la fuerza de transformar el dolor? Es lo que se preguntó la enfermera María Alejandra Acosta, presidenta de la Fundación Payaterapeutas de Tucumán, que tiene 75 integrantes. Todos se prepararon durante seis meses para ejercer y trabajan ad honorem.

Acosta realizó un trabajo de investigación dentro de la Sala de Oncología del hospital Centro de Salud. Su objetivo era evaluar cuáles eran los beneficios de las hormonas que se liberan en el organismo cuando alguien se ríe.

En el trabajo demostró que tras la visita de los payasos a la sala los pacientes admitían que sentían menos dolores, se relajaban y dormían mejor. También estudió cómo influía la risa en la glucemia, en la tensión y en la ingesta de calmantes. “En todos los controles quedó en claro que los valores de glucemia y de tensión arterial se aproximaban a los normales. Asimismo, los pacientes pedían menos calmantes”, detalló. Esta investigación será la base de un pedido que hará la Fundación de Payaterapeutas a la nueva Legislatura Provincial. “Presentaremos un proyecto para que los payasos estén por ley en todos los hospitales”, anunció Acosta. Actualmente, esta figura está en el de Niños, en el Centro de Salud y en el Avellaneda.

En Buenos Aires, es obligación que los payasos formen parte de los tratamientos de los pacientes pediátricos, de acuerdo a una norma que se aprobó y reglamentó recientemente. Se trata de la ley 14.726, la cual está inspirada en el médico estadounidense Hunter Doherty “Patch” Adams, quien se hizo famoso por la película protagonizada por Robin Williams.

 Según una investigación, la risa y el juego mejoran hasta en un 85% la evolución de niños internados. “Nosotros pretendemos que este proyecto en Tucumán no sea solo para niños. Entendemos que la risoterapia también es muy necesaria para los adultos. Se cree que solo los chicos tienen capacidad de reírse y jugar. Y eso está muy lejos de la realidad. El problema es que cuando crecemos nos educan para no reír. Después de los 20 años, nos enseñan que para ser inteligentes hay que estar serios”, dice Acosta. Y añade: mientras que cuando somos pequeños nos reímos unas 300 veces al día, después de cumplir los 20 esa cifra baja a 30.

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?Cuál es la diferencia entre un payaterapeuta y un payaso común?

“Se diferencian porque el payaterapeuta trabaja en base a la ternura y al respeto. Se dirige al enfermo siempre con un tono de voz suave. Además, no usa pintura en la cara”, explica Alejandra Acosta. “Intervenimos siempre en base a la patología del paciente. Por ejemplo, si no puede mover el cuerpo, jugamos con los ojos. Porque la idea es disfrutar lo que tenemos y dejar de sufrir por lo que no tenemos”, añade. 

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