09 Octubre 2015
EN EL ESPALDAR. La droga estaba en un doble fondo de las mochilas. prensa aduana
Aunque ocultaron la droga en los espaldares de las mochilas, los nervios los delataron y en el control fronterizo de La Quiaca les descubrieron la maniobra. La novedad, informó la Aduana, es que lo que habían tratado de ingresar a Argentina es un estupefaciente que se conoce con el nombre de “cocaína rosa”.
El hallazgo se había producido el miércoles de la semana pasada en un procedimiento de rutina, donde los funcionarios de Aduana advirtieron la actitud nerviosa de una persona que tenía pasaporte colombiano y que intentaba ingresar al país por el Puente Internacional La Quiaca-Villazón. “Al realizar la revisión se observó un sobrepeso en el espaldar de la mochila que alcanzaba los 2,220 kilos de una sustancia en polvo color rosado”, informó el organismo que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Al analizar los registros, los agentes detectaron que había otro colombiano que había pasado unos minutos antes. Lo alcanzaron cuando estaba por abordar un colectivo de línea con destino a San Salvador de Jujuy. En su mochila llevaba 1,510 kilos de la misma sustancia. En total, la droga que trataron de ingresar pesaba 3,730 kilos. Según explicó el organismo fiscal, la cocaína tendría las características de “2cb” (“tusibí”), una droga sintética de diseño.
Los colombianos fueron imputados de tentativa de contrabando de importación de sustancias estupefacientes y quedaron detenidos. El caso se conoció el jueves, luego de que prestaran declaración en los tribunales federales de Jujuy.
El “Tusibí”
Por sus características, la “cocaína rosa” pertenecería a la familia de las feniletilaminas que derivan de las anfetaminas, y correspondería a la droga conocida como “2cb” (“tusibí” por su pronunciación en inglés) o “nexus” (como se le dice en Europa), que fue sintetizada por primera vez en Alemania en 1974.
Los efectos de esta droga fueron explicados en el comunicado de la Aduana: a dosis bajas predominan los efectos estimulantes y de bienestar, que se acrecientan como impactos energéticos y psicodélicos a dosis más altas. Tiene un elevado costo, que puede alcanzar hasta 15 veces más que la cocaína. Su importante valor limita su masificación, y su consumo, mezclada con bebidas energizantes, predomina en las fiestas electrónicas.
Este estupefaciente “fue introducido en Latinoamérica desde Europa hace 10 años con el auge del éxtasis. Provoca efectos de multiplicación sensorial, con significativo aumento de los sentidos visuales, auditivos y táctiles, y que se encuentra incluida como sustancia psicotrópica en la legislación nacional”, explicó la Aduana.
El hallazgo se había producido el miércoles de la semana pasada en un procedimiento de rutina, donde los funcionarios de Aduana advirtieron la actitud nerviosa de una persona que tenía pasaporte colombiano y que intentaba ingresar al país por el Puente Internacional La Quiaca-Villazón. “Al realizar la revisión se observó un sobrepeso en el espaldar de la mochila que alcanzaba los 2,220 kilos de una sustancia en polvo color rosado”, informó el organismo que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Al analizar los registros, los agentes detectaron que había otro colombiano que había pasado unos minutos antes. Lo alcanzaron cuando estaba por abordar un colectivo de línea con destino a San Salvador de Jujuy. En su mochila llevaba 1,510 kilos de la misma sustancia. En total, la droga que trataron de ingresar pesaba 3,730 kilos. Según explicó el organismo fiscal, la cocaína tendría las características de “2cb” (“tusibí”), una droga sintética de diseño.
Los colombianos fueron imputados de tentativa de contrabando de importación de sustancias estupefacientes y quedaron detenidos. El caso se conoció el jueves, luego de que prestaran declaración en los tribunales federales de Jujuy.
El “Tusibí”
Por sus características, la “cocaína rosa” pertenecería a la familia de las feniletilaminas que derivan de las anfetaminas, y correspondería a la droga conocida como “2cb” (“tusibí” por su pronunciación en inglés) o “nexus” (como se le dice en Europa), que fue sintetizada por primera vez en Alemania en 1974.
Los efectos de esta droga fueron explicados en el comunicado de la Aduana: a dosis bajas predominan los efectos estimulantes y de bienestar, que se acrecientan como impactos energéticos y psicodélicos a dosis más altas. Tiene un elevado costo, que puede alcanzar hasta 15 veces más que la cocaína. Su importante valor limita su masificación, y su consumo, mezclada con bebidas energizantes, predomina en las fiestas electrónicas.
Este estupefaciente “fue introducido en Latinoamérica desde Europa hace 10 años con el auge del éxtasis. Provoca efectos de multiplicación sensorial, con significativo aumento de los sentidos visuales, auditivos y táctiles, y que se encuentra incluida como sustancia psicotrópica en la legislación nacional”, explicó la Aduana.
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