09 Octubre 2015
BURLA. Mujeres con máscaras con la imagen de Rousseff protestan en Brasilia. reuters
BRASILIA.- El gobierno brasileño reaccionó enérgicamente contra el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), que reprobó los números de la gestión de 2014, al acusarlo de proceder con intenciones políticas y forzar “artificialmente” un movimiento de “casación electoral” contra la presidenta Dilma Rousseff. El representante legal del Gobierno, Luis Inácio Adams, afirmó que el Tribunal de Cuentas procedió con parcialidad y presunta intencionalidad política porque, sostuvo, “el debate extrapoló lo técnico”. Según dijo, “las conclusiones del TCU” al fallar contra Rousseff propiciaron “artificialmente un movimiento de casación electoral” pero a pesar del traspié sufrido por el gobierno “el juego no acabó”.
Al rechazar las cuentas del gobierno en 2014, el tribunal abrió camino a un eventual juicio político contra Rousseff en el Congreso, medida que viene impulsando la oposición de manera sostenida.
El jefe de la Cámara baja, Eduardo Cunha, un defensor declarado del juicio político, recibió a congresistas opositores para trazar una estrategia sobre cómo implementar el “impeachment”, pero les dijo que dijo era improbable que la Comisión de Presupuesto del Congreso adopte este año la recomendación del Tribunal de Cuentas.
El Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PMDB) del ex candidato presidencial Aécio Neves, y otras formaciones opositoras anticiparon que la reprobación de las cuentas de Rousseff en 2014 es “grave” y justifica el juicio por impedimento.
La Presidencia aseguró que “los órganos técnicos y jurídicos del gobierno tienen plena convicción de que hay motivos legales para el rechazo” de la decisión del TCU y critica al organismo por haber sancionado medidas del gobierno destinadas a financiar “programas sociales como la Bolsa Familia y Mi Casa, Mi Vida”. Rousseff mantuvo ayer una reunión de emergencia con sus ministros debido al agravamiento de la crisis política, por lo que postergó su partida hacia Colombia para una visita de Estado, donde mantendrá un encuentro con su colega Juan Manuel Santos. (Télam)
Al rechazar las cuentas del gobierno en 2014, el tribunal abrió camino a un eventual juicio político contra Rousseff en el Congreso, medida que viene impulsando la oposición de manera sostenida.
El jefe de la Cámara baja, Eduardo Cunha, un defensor declarado del juicio político, recibió a congresistas opositores para trazar una estrategia sobre cómo implementar el “impeachment”, pero les dijo que dijo era improbable que la Comisión de Presupuesto del Congreso adopte este año la recomendación del Tribunal de Cuentas.
El Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PMDB) del ex candidato presidencial Aécio Neves, y otras formaciones opositoras anticiparon que la reprobación de las cuentas de Rousseff en 2014 es “grave” y justifica el juicio por impedimento.
La Presidencia aseguró que “los órganos técnicos y jurídicos del gobierno tienen plena convicción de que hay motivos legales para el rechazo” de la decisión del TCU y critica al organismo por haber sancionado medidas del gobierno destinadas a financiar “programas sociales como la Bolsa Familia y Mi Casa, Mi Vida”. Rousseff mantuvo ayer una reunión de emergencia con sus ministros debido al agravamiento de la crisis política, por lo que postergó su partida hacia Colombia para una visita de Estado, donde mantendrá un encuentro con su colega Juan Manuel Santos. (Télam)
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