08 Octubre 2015
Daniel Abad - Director de Cesnoa
Los salarios de la clase media siempre pierden contra el avance de la inflación. Esto ocurre porque los precios aumentan todos los meses, independientemente del porcentaje, y los ingresos de los trabajadores sólo se incrementan una o dos veces durante el año, en virtud de cómo se haya pactado la negociación paritaria.
El programa “Ahora 12”, que impulsa el Gobierno para promover el consumo con tarjetas de crédito, y la posibilidad de que una franja de asalariados pueda comprar dólares para ahorro, permiten una mejora financiera para el consumidor, que se traduce en una sensación de mayor poder de compra. Sin embargo, estas políticas oficiales no generan una mejora económica ni patrimonial para los trabajadores, porque sus ingresos no crecen.
El sueldo promedio estatal en Tucumán es de $ 9.000, al igual que en el segmento privado. Eso hace que entre un 45% y un 50% de los tucumanos se ubiquen en la banda de la clase media, tanto en San Miguel de Tucumán como en general, en los principales centros urbanos del territorio provincial.
La clase media tiene dos segmentos en la provincia: los que perciben entre $ 7.000 y $ 9.000 y los que tienen ingresos de entre $ 9.000 y $ 14.000, denominados aquí “clase media alta”. En la parte superior de la pirámide, la clase alta ocupa no más de un 10% de la población, con ingresos de entre $ 50.000 y $ 70.000.
En el estrato intermedio de la sociedad hay una franja de asalariados que paga el Impuesto a las Ganancias. Este tributo también impacta mensualmente en el nivel de ingresos, por lo cual resta capacidad para financiar consumos y gastos. En paralelo, aquellos que compraron dólares para ahorro no pueden deducir la operación como adelanto del impuesto en el mismo mes, sino que deben esperar para hacerlo en la declaración jurada que se presenta ante la AFIP a fin de año. Ojalá que el próximo gobierno reforme el sistema impositivo para que sea más equitativo.
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