La postergación de los Cuerpos Estables

La postergación de los Cuerpos Estables

Sin duda, una de las iniciativas significativas para la cultura tucumana desde que regresó la democracia al país, fue la creación por ley de los Cuerpos Artísticos Estables de la provincia, que han desarrollado una fecunda labor. Sin embargo, a lo largo de los años, los artistas no han sido jerarquizados como correspondía; siguen siendo integrantes de la administración pública,

Es interesante la opinión sobre el asunto del director Luis Gorelik, quien el domingo dirigió la Orquesta Estable, en la ejecución de la banda sonora de “Tiempos modernos”, de Charles Chaplin. Al referirse al desempeño del conjunto musical, le dijo a LA GACETA: “Para que un organismo orquestal público funcione bien hay tres aspectos esenciales: uno es el artístico, el primordial, que siempre hay que fortalecer; otro es que los trabajadores tienen que tener satisfechas sus demandas, y otro es el institucional. En tanto estos tres se equilibran la orquesta funciona satisfactoriamente para todos... De toda la estructura creada alrededor del Teatro San Martín la orquesta es como la columna vertebral... Una actividad tan específica como la musical debería tener un estatuto escalafonario propio, que contemple sus necesidades específicas. Para ello hay que generar una legislación y hay que trabajar para eso. En la provincia de Buenos Aires ya lo tienen: los bailarines del Teatro Argentino de La Plata se jubilan con 40 años de edad y 20 de servicio. Con un músico pasa algo parecido. Hay una serie de cualidades objetivas que hacen a la actividad que no se pueden equiparar con la actividad de un empleado público en tareas administrativas”.

En un sentido similar, la cantante Cristina Tillán dijo en su carta del 1° de octubre: “los artistas que tuvimos la oportunidad de ingresar a los Cuerpos Estables, sufrimos la falta de reconocimiento a nuestra tarea esencial en el rol que nos compete, y somos tratados como ‘empleados públicos’ al no estar remunerados como artistas. La ley espera, desde hace varias décadas, su reglamentación, para que podamos acceder a sueldos dignos y condiciones laborales que nos equiparen con los artistas de otras provincias, a fin de tener una jubilación digna”.

La ley Nº 5.840, promulgada el 12 de enero de 1987, prescribía la creación de los Cuerpos Artísticos-Docentes Estables de Ballet, Coro, Orquesta y Teatro de la Provincia, que dependerían de la Dirección General de Cultura. Se incorporaba a sus integrantes al Escalafón General de Personal de la Administración pública de la Provincia.

No son necesarios demasiados argumentos para advertir que un artista no puede ser equiparado a un empleado público, sus funciones en la sociedad son diferentes. No se limita a cantar, actuar o bailar, hay por detrás estudio y tareas de perfeccionamiento, en la medida que pueden pagárselo. Tiene además una importante proyección social y cultural en la comunidad. Y si bien el suyo es un trabajo, no se trata de cualquier trabajo. Tal vez esta postergación que padecen los integrantes de los Cuerpos Estables se deba a los gobiernos provinciales, a lo largo de 28 años, han considerado que la cultura es sólo un entretenimiento y que un artista, a sueldo del Estado, no merece jerarquización alguna ni tampoco acceder a una jubilación acorde con su labor. Sin duda, una reparación pendiente debería ser resuelta por la próxima administración, que debiera asignarle a la cultura un lugar de sustantiva importancia.

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