Aquél día en que maduró la “Naranja”

Aquél día en que maduró la “Naranja”

 LA GACETA / FOTO DE ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE ARCHIVO
06 Octubre 2015
La copiosa lluvia de la noche anterior había dejado hecho un barrial la cancha del club San Martín aquél 6 de octubre de 1985, día en que cambiaría la historia del rugby tucumano. En la final del 41° Campeonato Argentino de Mayores se enfrentaban Buenos Aires y Tucumán, que habían dejado en el camino con sendas goleadas a Cuyo y Mar del Plata, respectivamente.

El dominio absoluto de las “águilas”, que llevaban ganados 19 títulos consecutivos, había hecho pensar en la inutilidad de un certamen cuyo ganador ya era conocido de antemano. Sin embargo, ese día fueron las víctimas de un “Maracanazo”: el excelente trabajo de los forwards tucumanos, que arrasaron en el scrum, y la buena táctica de los medios, Pedro “Perico “Merlo y Lucas Ferro (autor de tres penales), fueron las bases sobre las que se asentó aquélla hazaña.

Tras el 9-3 favorable a Tucumán al cabo del primer tiempo, a los 20’ del segundo “Perico” sacó una pelota de un maul, escapó por el ciego y habilitó a Gabriel Terán, quien pisó para adentro pero fue derribado con un tackle alto cuando estaba a punto de apoyar. En lugar de cobrar el try penal, el árbitro rosarino Martín Peyrone marcó penal. Tucumán, confiado en su pack, pidió scrum. El capitán Marcelo Ricci retuvo la pelota, la formación giró y “Pescao” apoyó el único try (entonces valía cuatro puntos) del partido.

Cuando el árbitro señaló el final del partido, los “naranjas” se fundieron en un abrazo eterno bajo el diluvio. Habían escrito una página histórica, la primera de muchas que le ha regalado la “naranja” al deporte tucumano en estos 30 años.

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