El detrás de escena de la victoria de Atlético

El detrás de escena de la victoria de Atlético

El triunfo sobre Gimnasia de Jujuy no fue lo único que sucedió en el Monumental. Video.

SE LO EXTRAÑÓ. Molina cumplió en defensa, pero sigue apagado en la creación de juego ofensivo. Aportó poco ayer. la gaceta / foto de héctor peralta SE LO EXTRAÑÓ. Molina cumplió en defensa, pero sigue apagado en la creación de juego ofensivo. Aportó poco ayer. la gaceta / foto de héctor peralta
Desde el jugador hasta el sillón donde usted puede haber visto el partido de anoche o cualquier otro, existen varias capas que van cubriendo la realidad. No es que a través de un televisor no pueda verse fútbol pero sin dudas, esas membranas nos alejan de situaciones que ni siquiera la persona que está sentada en la platea cómodamente puede vislumbrarlas claramente.

¿Qué se decían Franco Sbuttoni y Federico García, central de Gimnasia, en cada córner? ¿Por qué forcejeaban vehementemente cuando ni siquiera la pelota estaba en juego o hasta cuando la pelota no pasaba ni cerca de ellos?

“Son cosas del partido, quedan ahí”, responden ellos y la mayoría de los jugadores en estos casos. La pelea empieza en lo físico: cada uno busca ganar su lugar. El final es con las manos tapándose la boca evidenciando algún que otro insulto. El trash talk (“charla basura”, en inglés, es decir los insultos a escondidas) es una costumbre tan vieja como el fútbol pero cubrirse la boca llegó con la televisión y la famosa lectura de labios.

Pero ojo, no sólo el que lo ve por televisión queda al margen de esa y miles de otras situaciones. Si ni hasta Sergio Pezzotta, árbitro del partido y uno de los 25 hombres que ocupaban el campo, pudo darse cuenta.

Ninguno de los dos fue amonestado y ni siquiera advertido por los jueces.

¿Qué les dice Ariel Zapata a los casi 10 niños pasapelotas con pecheras fluorescentes minutos antes del partido en el borde del campo e incluso después en la zona mixta? La escena que protagoniza el ayudante de campo de Juan Manuel Azconzábal, que nunca llega a la pantalla y puede ser advertida por algún curioso que no esté pendiente de la salida del equipo, es lo más parecido a una charla técnica.

Las especulaciones aquí son más fáciles de sacar: la simple tarea de alcanzar un balón pasa a tener una importancia preponderante para el cuerpo técnico en un partido como el de ayer. La idea de Zapata y tantos otros más es ganar segundos cuando el partido está empatado y perderlos cuando está ganado. Tampoco es nada nuevo para nuestro fútbol pero no siempre llega a la retina del espectador común.

Otra cosa que escapó a la visión de varios fue la bandera que colgaron en el alambrado de la zona central de plateas, que se apropió a Claudio De Camilo, vicepresidente de San Martín, como hincha “decano”. No bastó con ir a la cancha para apreciarla, había que estar en la popular, al revés de lo que sucede con la mayoría de los “trapos” de los hinchas.

Mucho menos podremos saber qué habrán dicho los jugadores de Atlético antes de empezar el partido en el vestuario y después. En ligas como la NBA en basquet o el mismo Mundial de rugby tienen permiso para tener una cámara y un micrófono prendido antes, durante y después de la acción. ¿Es mejor? Difícil contestar. Sin dudas que mata la curiosidad pero el misterio del fútbol y aquella acciones que no vemos tienen su encanto.

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