“Vamos a dar una mejor respuesta a los casos de violencia de género”

“Vamos a dar una mejor respuesta a los casos de violencia de género que ocurran en la jurisdicción”, aseveró el juez de Instrucción penal Mario Velázquez, al valorar el anexo que se inaugurará en el Centro Judicial Monteros y que albergará desde el año que viene un juzgado de Familia.

El Centro Judicial Monteros cumplió en mayo 10 años desde que fue creado. Hasta aquí sólo se atendieron causas penales, ya que además del juzgado que dirige Velázquez hay dos fiscales (Mónica García de Targa y Jorge Carrasco) y una defensoría Oficial (que actualmente se encuentra sin titular).

Los casos de violencia de género que se denunciaron en los departamentos Monteros, Famaillá, Tafí del Valle y Simoca tuvieron como respuesta medidas cautelares. “Venimos dictando depósitos de personas, restricciones de acercamiento y en algunos casos ordenamos detenciones. Pero hay muchos otros aspectos que deben ser analizados por un juez de familia, como un régimen de visitas, o quién le da de comer a un chico si el padre es detenido por violencia de género. Son situaciones que exceden nuestra competencia”, advirtió Velázquez.

Crecen las causas

Monteros comenzó con unas 2.500 causas por año, que de a poco fueron incrementándose, hasta duplicarse. “La mayoría de los homicidios que hemos tenido se dieron en ámbitos de conocidos, como vecinos o familiares. Y generalmente la ingesta de alcohol está presente”, describió el magistrado. Lo mismo sucede con los delitos contra la integridad sexual, que se dan en el seno familiar.

Precisamente, la cantidad de abusos sexuales que son denunciados en el Centro Judicial Monteros hizo que en 2010 se inaugurara una cámara gesell para que las víctimas (sobre todos los menores de edad) puedan declarar sin que se vulnere su intimidad, mientras son asistidos por especialistas. “Realizamos un promedio de una cámara gesell por semana”, contó Velázquez. Se trata de dos habitaciones separadas por un vidrio. De un lado se ubica la víctima con un psicólogo; del otro el fiscal, los abogados y el acusado. La declaración queda grabada, para evitar que la víctima del abuso tenga que reiterar su dura experiencia en un juicio oral.

“Hace poco tuvimos una experiencia nueva. Por teleconferencia, a través de Skipe (un programa de chat con cámara web) declararon testigos en un juicio que se realizaba en Río Negro”, comentó el juez.

El Centro Judicial Monteros es el más chico de los tres que hay en la provincia. Eso le permitió a las autoridades disponer que sólo tres comisarías alojen presos: Monteros, Famaillá y Simoca. “Tenemos que solucionar aún el tema de alojamiento en los Valles, porque le queda lejos a la gente”, dijo Velázquez.