04 Octubre 2015
DE NO CREER. Los integrantes del equipo de Inglaterra atinan a poner los brazos en jarra y mirarse luego de la derrota y eliminación ante Australia, en Twickenham. reuters
TWICKENHAM.- Pasan las horas y todavía nadie puede creerlo: Inglaterra, el anfitrión del que supuestamente iba a ser el mejor Mundial de su historia, quedó afuera en primera ronda, y con una fecha por jugar.
La paliza táctica y física que le propinó Australia resumida en un 33-13 dejó devastado al público presente, jugadores, cuerpo técnico y un país que si bien no cabía en el estadio, lloró por las calles de cuanta ciudad aloja al torneo, dejando una imagen similar al “Maracanazo”. Como si fuera poco, Inglaterra quedará para la historia como el primer país anfitrión en quedar afuera en primera ronda de un Mundial.
“Realmente no podemos resumir cómo nos sentimos. Tenemos preguntas por responder toda la semana, pero el deporte profesional es así. Quisiera pedirles disculpas a todos los hinchas. No fuimos lo suficientemente buenos”, atinó a decir un desolado Chris Robshaw, capitán de los ingleses que habló con periodistas de la página oficial de la Copa del Mundo. Declaraciones protocolarmente perfectas pero que, sin dudas, no terminarán de curar una herida que hoy mismo parece que durará para siempre.
“No soy capaz de describir mis emociones. Estoy completamente decepcionado por los seguidores, por todos en casa. Todos se esforzaron tanto y siento mucho haber decepcionado a todo el mundo”, expresó Stuart Lancaster, entrenador del seleccionado local, que quedó apuntado con todas las miradas después de tamaño fracaso.
El portal on line de “Daily Telegraph” recogió diversas opiniones de hinchas molestos con Lancaster pero no fueron todos. “¿Quién va a reemplazarlo si se va? Empecemos por ahí. Ha hecho muchas cosas buenas, creo que los jugadores no jugaron bien”, opinó Tom Sole, fanático de “La Rosa”.
El pensamiento solitario de este hincha quizás se sienta acompañado por el gesto que tuvieron los ingleses tras el partido cuando formaron un pasillo para los ganadores musicalizado por aplausos. Toda una señal de que la derrota, por más dolorosa que sea, puede ser tomada con caballerosidad y sin pedir cabezas.
Con esos matices, Ian Ricthie, presidente de la Unión de Rugby inglesa, de todas maneras deberá tomar decisiones según consignaron los medios locales. En principio, tiene contrato hasta 2020, período que incluiría Japón 2019, próxima cita mundialista pero esto podría alterar los planes. “Si Lancaster se va, Ritchie podría seguirlo”, reveló “Daily Telegraph”.
Del lado australiano, la alegría fue directamente proporcional a la tristeza de los ingleses. “Quisiera mostrarles mi agradecimiento a todos los que nos apoyaron. No es fácil venir aquí y superar a Inglaterra y lo conseguimos. Espero seguir enorgulleciendo a los australianos”, dijo Michel Cheika, entrenador de los Wallabies. (Especial)
La paliza táctica y física que le propinó Australia resumida en un 33-13 dejó devastado al público presente, jugadores, cuerpo técnico y un país que si bien no cabía en el estadio, lloró por las calles de cuanta ciudad aloja al torneo, dejando una imagen similar al “Maracanazo”. Como si fuera poco, Inglaterra quedará para la historia como el primer país anfitrión en quedar afuera en primera ronda de un Mundial.
“Realmente no podemos resumir cómo nos sentimos. Tenemos preguntas por responder toda la semana, pero el deporte profesional es así. Quisiera pedirles disculpas a todos los hinchas. No fuimos lo suficientemente buenos”, atinó a decir un desolado Chris Robshaw, capitán de los ingleses que habló con periodistas de la página oficial de la Copa del Mundo. Declaraciones protocolarmente perfectas pero que, sin dudas, no terminarán de curar una herida que hoy mismo parece que durará para siempre.
“No soy capaz de describir mis emociones. Estoy completamente decepcionado por los seguidores, por todos en casa. Todos se esforzaron tanto y siento mucho haber decepcionado a todo el mundo”, expresó Stuart Lancaster, entrenador del seleccionado local, que quedó apuntado con todas las miradas después de tamaño fracaso.
El portal on line de “Daily Telegraph” recogió diversas opiniones de hinchas molestos con Lancaster pero no fueron todos. “¿Quién va a reemplazarlo si se va? Empecemos por ahí. Ha hecho muchas cosas buenas, creo que los jugadores no jugaron bien”, opinó Tom Sole, fanático de “La Rosa”.
El pensamiento solitario de este hincha quizás se sienta acompañado por el gesto que tuvieron los ingleses tras el partido cuando formaron un pasillo para los ganadores musicalizado por aplausos. Toda una señal de que la derrota, por más dolorosa que sea, puede ser tomada con caballerosidad y sin pedir cabezas.
Con esos matices, Ian Ricthie, presidente de la Unión de Rugby inglesa, de todas maneras deberá tomar decisiones según consignaron los medios locales. En principio, tiene contrato hasta 2020, período que incluiría Japón 2019, próxima cita mundialista pero esto podría alterar los planes. “Si Lancaster se va, Ritchie podría seguirlo”, reveló “Daily Telegraph”.
Del lado australiano, la alegría fue directamente proporcional a la tristeza de los ingleses. “Quisiera mostrarles mi agradecimiento a todos los que nos apoyaron. No es fácil venir aquí y superar a Inglaterra y lo conseguimos. Espero seguir enorgulleciendo a los australianos”, dijo Michel Cheika, entrenador de los Wallabies. (Especial)
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