Detienen a un agente que ya estaba procesado por el caso de “El Amarillo”

Detienen a un agente que ya estaba procesado por el caso de “El Amarillo”

Fue aprehendido junto a otro uniformado con quien prestarían servicio en el 911; los acusan haber torturado a un hombre en la seccional 2°

 TEMOR. Carlos Agüero pidió ser fotografiado de espalda; frente suyo está sentado su hermano. la gaceta / foto de inés quinteros orio TEMOR. Carlos Agüero pidió ser fotografiado de espalda; frente suyo está sentado su hermano. la gaceta / foto de inés quinteros orio
04 Octubre 2015
Dos policías que prestarían servicio en el Sistema de Emergencias 911 fueron aprehendidos el viernes acusados de haber sometido a torturas a Carlos Agüero, quien tiene 35 años y que, según explicó, fue sacado a la fuerza del interior de su casa, ubicada en el pasaje Azopardo al 1.500.

Estos supuestos apremios se habrían perpetrado el pasado 24 de septiembre en una habitación de la seccional 2°, situada en Buenos Aires al 400, en la capital. En ese lugar, según declaró Agüero, los uniformados lo obligaron a desnudarse y comenzaron a golpearlo exigiéndole que les dijera dónde había escondido una moto que -supuestamente- le había robado a uno de los uniformados.

Los tormentos habrían durado unas dos horas. Pero la insistencia de los familiares de la víctima obligó a que los uniformados tuvieran que trasladarla a la seccional 3°, donde los Agüero consiguieron que lo dejaran en libertad.

En la instrucción de esta causa, que está a cargo de la Fiscalía II, subrogada por la fiscala Adriana Giannoni, ya prestaron declaración la víctima y varios testigos.

En ese contexto fuentes judiciales confirmaron que uno de los policías que es acusado por Agüero ya estuvo involucrado en otro aberrante episodio de violencia policial en el que el preso G.A, un hombre apodado “El Amarillo”, fue filmado mientras era torturado por dos policías. En el video la víctima aparecía tirada con las manos esposadas en la espalda mientras un policía lo levantaba y lo tiraba contra el suelo exigiéndole que imite los sonidos de distintos animales. (ver recuadro).

Ese hecho sucedió el año pasado. En esa ocasión fueron detenidos los agentes José María Carabajal, Horacio Manuel Álvarez, Víctor Eloy Quinteros y Jorge Alejandro Marchese. Pero las fuentes aclararon que el policía acusado por Agüero no fue uno de los que golpeó a “El Amarillo”, sino que fue uno de los uniformados involucrados en el traslado del preso.

Las fuentes también explicaron que las identidades de los policías no se informaron porque todavía están aprehendidos. En caso de que se solicite su prisión preventiva, ambas identidades serán reveladas.

Dudoso procedimiento
Carlos Agüero y su hermano, Rubén Agüero, fueron entrevistados por LA GACETA. “Estaba sentado en la vereda de mi casa cuando pasaron en un móvil. Uno venía manejando y al otro la primera vez no lo vi porque parece que venía escondido en el asiento de atrás. Parece que dieron la vuelta a la manzana y volvieron. Ahí se pararon, los miré y uno de ellos se bajó gritándome: ‘documentos, documentos’”, recordó la víctima.

Asustado, Agüero entró a su casa donde, en el fondo, funciona una herrería. Es por eso que en el living de la vivienda, según dijo esta familia, siempre hay dos o tres motocicletas que les pertenecen a sus empleados. De ese living los policías sacaron a Agüero para llevarlo a la seccional 2°, según denunció. “Me esposaron y me subieron al asiento de atrás. El que iba manejando se reía y el que iba conmigo sacó su pistola, la remontó y me dijo: ‘vos tenés mi moto’. Después me llevaron a la comisaría y me golpearon”, dijo.

Fue en ese momento que Rubén Agüero y sus familiares comenzaron la desesperada búsqueda de la víctima. En ese periplo, consiguieron identificar al móvil 0531 (dominio OGK 909) que sería el auto de la Policía que utilizaron los acusados. Ante los golpes incesantes y la insistencia de que había robado una moto, el detenido les dio a los policías la dirección de la casa de su hermano. “Yo tengo una CG 150. Estos policías fueron hasta mi casa acompañados por otro móvil y dos motoristas. Se metieron por una puerta que estaba abierta y revolvieron toda la casa. Mi hija de 12 años estaba sola en la vivienda porque no había ido a la escuela ya que era feriado. Cuando me quiso hablar estos tipos le dijeron: ‘callate, pendeja puta, qué mierda que hablás por teléfono’. Como no encontraron nada se fueron, ¿pero qué hubiera pasado si yo estaba en la casa? Capaz que me hacían lo mismo que a mi hermano”, analizó.

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