“La circulación de una brisa ayuda a romper la ‘isla de calor’”

“La circulación de una brisa ayuda a romper la ‘isla de calor’”

03 Octubre 2015
Ya en la década de 1990 se identificaba claramente que San Miguel de Tucumán mostraba señales de que se estaba convirtiendo en una “isla de calor”. Entonces, ya se advertía que el problema de este fenómeno no era sólo que aumentaban las temperaturas, sino que también se incrementaba la demanda de energía para el aire acondicionado, lo cual libera más calor al aire y también gases de efecto invernadero, degradando así la calidad del ambiente.

La doctora Claudia Hernández, quien participó de esa investigación, explicó por qué el aire ya no refresca la urbe. “El crecimiento edilicio afecta el movimiento del viento. Si bien nunca tuvimos una ciudad muy ventosa, la circulación de una brisa ayuda a romper la isla de calor”, resaltó.

La experta, miembro del Instituto de Estudios Geográficos de la UNT, indicó que Tucumán tiene un predominio de vientos que ingresan desde el sudeste y se dirigen hacia el noroeste. “La ventilación en una ciudad es importantísima, principalmente para hacer frente a la contaminación. Nuestra metrópolis tiene demasiado polvo en suspensión; algunos estudios demostraron que tiene más polución que grandes ciudades europeas, lo cual afecta directamente la calidad de vida de sus habitantes”, destacó, y añadió que por este motivo la circulación de aire debería ser primordial en el planeamiento urbano.

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