iPhone 6: un Siri más sofisticado pronostica un futuro robótico

iPhone 6: un Siri más sofisticado pronostica un futuro robótico

Todo indica que los controladores de voz están a punto de cambiar la forma en que usamos las computadoras.

 Stuart Goldenberg Stuart Goldenberg
03 Octubre 2015
Farhad Manjoo / The New York Times

La función estrella de los últimos teléfonos inteligentes de Apple, los iPhone 6S y 6S plus, es algo llamado 3D Touch, que te permite activar atajos en el teléfono al apretar un poco más fuerte la pantalla. Por ahora, sin embargo, encontré una aplicación menos original, pero mucho más práctica en el nuevo teléfono, una que por mucho tiempo fue el blanco de las bromas, pero que ahora se está volviendo una parte necesaria de la computación moderna.

Seguramente oíste hablar de ella: se llama Siri y junto a las iniciativas de Google, Amazon, Microsoft y muchas empresas nuevas que trabajan con controladores de voz, está a punto de cambiar la forma en la que pensamos las computadoras.

Como escribió David Pierce en Wired, sitio especializado en tecnología, los controladores de voz y la inteligencia artificial se están volviendo cada vez mejores. No es exagerado imaginar que dentro de poco hablar con las computadoras se volverá la manera más común de interactuar con ellas. El nuevo Siri está allanando el camino a lo que podríamos llamar “la computación en el ambiente” : un futuro en el que los asistentes robóticos estén siempre a mano para responder preguntas, tomar notas, tomar pedidos o cumplir funciones de distinto tipo, como si fueran cerebros auxiliares a los que se les va a poder delegar muchos de los quehaceres cotidianos.

Hay una mejora clave en el Siri del iPhone 6s que nos sugiere todo esto. Ya no es necesario agarrar el teléfono para activar Siri, sólo basta con gritarle a unos cuantos metros de distancia. Esto no es innovador: los controladores por voz manos libres están con nosotros desde que Motorola los introdujo en 2013. Siri manos libres también está disponible en versiones más viejas de iPhone.

Pero “Hey, Siri” no es el único avance del teléfono. En iOS 9, el nuevo sistema operativo de Apple, Siri tiene el poder de conectarse con partes más profundas del celular. Puede controlar aparatos que sean compatibles con el sistema de “casa automática”, llamado HomeKit, que permite pedirle al teléfono que apague las luces de la casa, por ejemplo. Siri también controla Apple Music, el servicio de streaming de la compañía.

Después está la ubicuidad de los aparatos con control de voz. Apple también puso a Siri en sus relojes y pronto estará en el set de Apple TV. Muchas nuevas empresas está entrando en el juego también. SoundHound ofrece la posibilidad de hablar con máquinas: en vez de revisar varios sitios en busca de un hotel, podés pedir “buscame un hotel de tres o cuatro estrellas en Nueva York que me salga menos de $300 para el próximo viernes”, y la máquina hace el trabajo.

La ubicuidad de los asistentes de voz controlada cambia la forma en que interactuamos con ellos. Al principio parecían efectistas; nadie sabía muy bien qué hacer con ellos. Pero mientras más asistentes haya y más se los utilice más natural será todo.

¿Y la privacidad?

Seguramente, la omnipresencia de los dispositivos con controladores de voz generará algunos cuestionamientos, entre ellos, los vinculados con la privacidad. Al respecto, Apple argumenta que Siri busca patrones, sin grabar ni almacenar información.

Lo que ocurre ahora son solamente los primeros pasos. Después, con el transcurso del tiempo y mientras le permitimos a estos asistentes que escuchen más de nuestras vidas, empezarán a usar esa información de maneras no previstas, para ayudarnos más, pero también para conocernos mejor y también para sacarle más beneficios a esa relación.

Estas preocupaciones son grandes. El nuevo iPhone no está haciendo nada vil con su nuevo asistente de audio. Aun así, hay que tener en cuenta que cuando decimos “Hey, Siri,” “OK, Google,” “Hey, Cortana” o “Alexa,” estamos marcando el comienzo de una nueva era en nuestras interacciones con las máquinas.

Por años tuvimos que acercarnos a nuestras computadoras para que se hagan las cosas. Ahora las computadoras están alrededor de nosotros, como si estuvieran en el aire. Están escuchando, están ayudando, son inevitables.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios