01 Octubre 2015
OCHO MESES SIN GABRIELA. Los hermanos y el padre de la mujer temen que le haya pasado algo malo. la gaceta / foto de hector peralta
En la casa de Gabriela del Carmen Moreno todos están convencidos de que su ex novio, Juan Héctor Barrionuevo, tiene algo que ver con su desaparición. No hay noticias de ella desde hace ocho meses y las esperanzas de encontrarla con vida parecen haberse agotado.
“Ya vengo, voy a la esquina a llevarle ropita a Juan para los chicos”, le dijo Gabriela a una de sus hermanas el 27 de enero a la noche, antes de salir. La mujer de 27 años iba a encontrarse con su ex pareja y padre de sus dos hijos, de quien se había separado el año anterior. Dos meses después, en su declaración judicial, Juan reconocería que esa noche estuvo con Gabriela y aseguraría que minutos más tarde la dejó en la esquina de su casa.
La fiscala Adriana Giannoni, que subroga la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, dudó de ese relato y unas semanas después ordenó medidas en la vivienda del hombre, situada en un asentamiento al costado de las vías, en Francisco de Aguirre al 4.400. Esas medidas comenzaron a cumplirse el martes a la mañana, cuando personal de la división Homicidios de la Policía y de Gendarmería Nacional rompieron un piso de cemento que había en el patio y empezaron a a cavar.
“Le pegaba mucho”
La mañana del 28 de enero, cuando Antonio Moreno llegó a su casa y no encontró a su hija, fue a buscarla a lo de Juan. Antonio contó que le sorprendió la amabilidad con la que fue recibido, así como el hecho de que Juan acaba de limpiar el piso con agua, y que en ningún momento se haya ofrecido a colaborar con la búsqueda de quien había sido su pareja durante más de seis años. Un mes después quedaría detenido, acusado de ser el responsable de la desaparición de Gabriela.
“Para mí, él era una ovejita, pero en realidad era el diablo”, expresó Antonio. El hombre dijo que después de que su hija desapareciera, le contaron del martirio que sufría. “Hay muchas cosas que yo no sabía, que me ocultaban porque soy hipertenso y me iba a hacer mal, todo para cuidarme a mí. Pero si ella me hubiese dicho algo de que Juan le venía pegando y maltratando, le hubiese dado plata como sea para que se vaya a otra parte con los chicos”, lamentó Antonio, quien pasa 15 horas diarias afuera de la casa trabajando como guardia en una empresa de seguridad privada.
Quien sí estaba al tanto de los maltratos era Yohana Moreno, una de las hermanas de Gabriela. “La relación con Juan era muy mala, él le pegaba mucho, era muy celoso y obsesivo con ella. A veces la sacaba de los pelos de la casa y una vez me tuve que me meter en la pelea porque la estaba agarrando a patadas en la vereda”, recordó la joven.
Yohana aseguró que Juan solía encerrar a Gabriela durante varios días junto a sus hijos, que hoy tienen cinco y seis años. “La última vez fue en diciembre, la tuvo encerrada tres días hasta que ella se pudo escapar. Mi hermana le tenía mucho miedo”, remarcó.
“Le apunto a él”
Las tres hermanas de Gabriela comentaron que la relación con Juan siempre había sido violenta, pero que desde la separación ella estaba mejor: había conseguido un trabajo como moza en el Mercado del Norte, estaba ahorrando para festejarle el cumpleaños a uno de sus hijos y había comenzado una relación con otro muchacho. “Cuando Juan la vio con él, la amenazó con quitarle los chicos y le dijo que donde la encuentre la iba a matar, que la iba a tirar a las vías del tren”, dijo Yohana.
Tanto las hermanas como el papá de Gabriela están seguros de que a la joven algo malo le pasó. “Mi hermana no se ha ido, yo le apunto a él”, dijo Yohana convencida, en referencia a Juan. “Y si no es él, está encubriendo a alguien”, agregó Antonio.
“El día que desapareció, mi hermana se había comprado un equipo de música y estaba muy contenta”, recordó Yohana, despejando cualquier posibilidad de que se haya ido por sus propios medios. “Todas sus cosas están como ella las dejó, no quiero que nadie le toque nada”, contó Antonio que, muy en el fondo, no pierde las esperanzas de encontrarla con vida.
“Ya vengo, voy a la esquina a llevarle ropita a Juan para los chicos”, le dijo Gabriela a una de sus hermanas el 27 de enero a la noche, antes de salir. La mujer de 27 años iba a encontrarse con su ex pareja y padre de sus dos hijos, de quien se había separado el año anterior. Dos meses después, en su declaración judicial, Juan reconocería que esa noche estuvo con Gabriela y aseguraría que minutos más tarde la dejó en la esquina de su casa.
La fiscala Adriana Giannoni, que subroga la Fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, dudó de ese relato y unas semanas después ordenó medidas en la vivienda del hombre, situada en un asentamiento al costado de las vías, en Francisco de Aguirre al 4.400. Esas medidas comenzaron a cumplirse el martes a la mañana, cuando personal de la división Homicidios de la Policía y de Gendarmería Nacional rompieron un piso de cemento que había en el patio y empezaron a a cavar.
“Le pegaba mucho”
La mañana del 28 de enero, cuando Antonio Moreno llegó a su casa y no encontró a su hija, fue a buscarla a lo de Juan. Antonio contó que le sorprendió la amabilidad con la que fue recibido, así como el hecho de que Juan acaba de limpiar el piso con agua, y que en ningún momento se haya ofrecido a colaborar con la búsqueda de quien había sido su pareja durante más de seis años. Un mes después quedaría detenido, acusado de ser el responsable de la desaparición de Gabriela.
“Para mí, él era una ovejita, pero en realidad era el diablo”, expresó Antonio. El hombre dijo que después de que su hija desapareciera, le contaron del martirio que sufría. “Hay muchas cosas que yo no sabía, que me ocultaban porque soy hipertenso y me iba a hacer mal, todo para cuidarme a mí. Pero si ella me hubiese dicho algo de que Juan le venía pegando y maltratando, le hubiese dado plata como sea para que se vaya a otra parte con los chicos”, lamentó Antonio, quien pasa 15 horas diarias afuera de la casa trabajando como guardia en una empresa de seguridad privada.
Quien sí estaba al tanto de los maltratos era Yohana Moreno, una de las hermanas de Gabriela. “La relación con Juan era muy mala, él le pegaba mucho, era muy celoso y obsesivo con ella. A veces la sacaba de los pelos de la casa y una vez me tuve que me meter en la pelea porque la estaba agarrando a patadas en la vereda”, recordó la joven.
Yohana aseguró que Juan solía encerrar a Gabriela durante varios días junto a sus hijos, que hoy tienen cinco y seis años. “La última vez fue en diciembre, la tuvo encerrada tres días hasta que ella se pudo escapar. Mi hermana le tenía mucho miedo”, remarcó.
“Le apunto a él”
Las tres hermanas de Gabriela comentaron que la relación con Juan siempre había sido violenta, pero que desde la separación ella estaba mejor: había conseguido un trabajo como moza en el Mercado del Norte, estaba ahorrando para festejarle el cumpleaños a uno de sus hijos y había comenzado una relación con otro muchacho. “Cuando Juan la vio con él, la amenazó con quitarle los chicos y le dijo que donde la encuentre la iba a matar, que la iba a tirar a las vías del tren”, dijo Yohana.
Tanto las hermanas como el papá de Gabriela están seguros de que a la joven algo malo le pasó. “Mi hermana no se ha ido, yo le apunto a él”, dijo Yohana convencida, en referencia a Juan. “Y si no es él, está encubriendo a alguien”, agregó Antonio.
“El día que desapareció, mi hermana se había comprado un equipo de música y estaba muy contenta”, recordó Yohana, despejando cualquier posibilidad de que se haya ido por sus propios medios. “Todas sus cosas están como ella las dejó, no quiero que nadie le toque nada”, contó Antonio que, muy en el fondo, no pierde las esperanzas de encontrarla con vida.
Lo más popular
