Visita de Adolfo Posada

Visita de Adolfo Posada

El politólogo viajó en tren al sur tucumano.

ADOLFO POSADA EN 1921. Con la mano en el pecho, posa con el rector de la Universidad de Buenos Aires, Vicente C. Gallo, al extremo izquierdo, y el doctor Carlos Saavedra Lamas, al extremo derecho. LA GACETA / ARCHIVO ADOLFO POSADA EN 1921. Con la mano en el pecho, posa con el rector de la Universidad de Buenos Aires, Vicente C. Gallo, al extremo izquierdo, y el doctor Carlos Saavedra Lamas, al extremo derecho. LA GACETA / ARCHIVO
En 1921, visitó Tucumán el gran politólogo español Adolfo Posada (1860-1944), entonces en la cumbre de su fama de catedrático, legislador y académico. Permaneció tres días en total en la ciudad. Llegó el 10 de junio y se alojó en el Plaza Hotel. Visitó los ingenios Bella Vista y Concepción y la usina de Lules; fue agasajado en la Casa de Gobierno, en El Circulo y en el Club Español. El 13 partió en tren a La Cocha, y de allí siguió en auto rumbo a Catamarca.

En el viaje al sur tucumano, según escribiría luego, divisaba desde el tren “amplios y relucientes campos de caña, que de modo tan definido caracterizan la región tucumana, con las grandes fábricas moledoras y extractoras del dulce jugo. Son las fábricas y los campos cañeros, símbolo expresivo de los más intensos, tenaces e inteligentes esfuerzos en la construcción del ‘país’ argentino”.

Pero en la región poblada que recorría el tren, Posada advertía también que, a flor de tierra, “se dibuja, agresivo, el contraste social de luz del bienestar espléndido y de sombras ¡Y qué sombras, a veces!”. Meditaba “cuán tristemente acompañan siempre las sombras el esfuerzo dominador del hombre”.

Veía que “al lado, o enfrente, o debajo de quienes allí, o lejos, en el mundanal ruido, se mecen en los goces de una vida frívola, o no, pero confortable, vegetan -si es vegetar eso- los cañeros atados al suelo, o cerca del carro, en labor ruda, incesante, y los peones, de aspecto miserable y miserioso, sombras de hombres muchos, ex hombres de Gorki, de aire indiferente y pasivo, de mirada indecisa, alcohólicos tantos, desarrapados no pocos”…

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