Diarios del alter ego de Ricardo Piglia

Diarios del alter ego de Ricardo Piglia

Los comienzos de un joven y talentoso escritor

DEL DICHO AL HECHO. El primer tomo de la más íntima de las obras posibles de Piglia finalmente ve la luz, tras años de promesas e insinuaciones. DEL DICHO AL HECHO. El primer tomo de la más íntima de las obras posibles de Piglia finalmente ve la luz, tras años de promesas e insinuaciones.
27 Septiembre 2015

Diarios

LOS DIARIOS DE EMILIO RENZI

RICARDO PIGLIA

(Anagrama - Buenos Aires) 

Al ver en librerías Los diarios de Emilio Renzi puede surgir la pregunta: ¿Por qué publicar un diario íntimo? ¿Qué tan íntimo es un diario que se publica en una de las editoriales más importantes de habla hispana? Después de muchos años de expectativas, promesas y algunos fragmentos, el primer tomo de los diarios de Ricardo Piglia finalmente vio la luz y podemos examinar de cerca los años que formaron al autor de Respiración Artificial.

El título adelanta una cuestión que se repite a lo largo de todo el diario: el que escribe no es Ricardo sino otro, un personaje paralelo, ideal. Se trata de Emilio Renzi, el mismo que protagoniza la mayoría de sus novelas y cuentos. Dice la entrada del 31 de diciembre de 1965: “Releer mis cuadernos es una experiencia novedosa; quizá se puede extraer, de esa lectura, un relato. Todo el tiempo me asombro, como si yo fuera otro (y es lo que soy)”.

El volumen que se acaba de publicar contiene el período que va de 1957 a 1967, los años de juventud del autor de Ciudad Ausente. Sin duda entusiasmaría por completo a cualquier aspirante a escritor, ya que están explícitos e incluso repetidos los temas que preocupan a un joven literato: lecturas, cruces con otros escritores, criticar a Sabato, noches enteras de discusiones políticas, la voluntad de dejar todo en pos de la literatura (“Soy alguien que se ha jugado todo a una sola baraja”, escribe en 1965, a los 24 años). Pero, justamente, quien escribe esos diarios está siempre construyendo un alter ego, un personaje alimentado por las lecturas de otros diarios, como los de Pavese y Kafka.

Quizá por eso la juventud de Piglia, interpretada según sus diarios, trae a la mente Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, una novela intensa donde los protagonistas son poetas despojados de todo bien material, viven en cuartos de pensión y su única preocupación es la literatura. De hecho, algunos cuentos de Bolaño como Sensini o Enrique Martín tienen la misma unidad y el mismo tono que el de Renzi cuando narra su día a día. Por el contrario, un diario más espontáneo tendría, como el de Abelardo Castillo, varios sobreentendidos, cabos sueltos, reflexiones que solo el autor puede entender; en el de Piglia todo tiene su explicación, todo está escrito para que otros lo entiendan.

Esto nos permite arriesgar que el autor de Blanco Nocturno supo desde el principio que estos diarios serían, antes que diarios íntimos, su obra literaria más importante.

© LA GACETA

Publicidad

Pablo Nardi

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios