Entre recitados y noticias, los chicos saborearon las palabras

Entre recitados y noticias, los chicos saborearon las palabras

El Colegio de Graduados en Ciencias Económicas albergó dos colegios durante la Maratón de Lectura. Una estrella inesperada.

ATENTOS. Los chicos quedaron fascinados con un artículo que cuenta todos los secretos sobre los buitres. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA ATENTOS. Los chicos quedaron fascinados con un artículo que cuenta todos los secretos sobre los buitres. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA
19 Septiembre 2015
Lucas Girbau nos ha dejado maravillados. Tiene apenas 11 años y cuando comienza a hilvanar palabras en su garganta es capaz de ponerle la piel de gallina al más niño y al más viejo. Recitador de estirpe -ha heredado “el don” de su abuelo-, este pequeño alumno de la escuela San José de Bella Vista confiesa su secreto para interpretar un texto: “leer, leer y leer”. Además de tener su memoria privilegiada, su gran destreza es transmitir la emoción de las palabras.

Ayer Lucas fue la estrella en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Tucumán, una de las 500 instituciones locales que participaron de la 13 Maratón de Lectura, organizada por la Fundación Leer (ver aparte). Después de escucharlo recitar, sus compañeros y los chicos del Colegio Santo Tomás no querían que otra persona les leyera.

A Federico Rivero, del colegio Santo Tomás, le gusta leer adivinanzas. A Angy Paz y a Solana Rivero, en cambio, les fascinan los cuentos de terror. Tienen entre seis y ocho años y, cuando vuelven de la escuela, se tiran en la cama a leer un libro o en la tablet. “Bueno, no siempre, pero sí me gusta”, confiesa Solana. A pesar de sus predilecciones, ayer aprendieron a leer otras cosas. Distribuidos en varios salones del Colegio de Graduados según su edad, los chicos leyeron diferentes artículos de LA GACETA del domingo. Los encargados de orientar las lecturas eran voluntarios del Colegio, contadores y contadoras dispuestos a fomentar la lectura en los chicos. “Leer para poder decidir. Por eso es que nos sumamos a esta actividad”, explicó Luisa Alderete, presidenta de la subcomisión de la Mujer de esa organismo.

También aprendieron que no hay una sola forma de leer. Los chicos de la Red Mate, que se dedica a brindar materiales de apoyo didáctico a niños y jóvenes ciegos, les explicaron los fundamentos del lenguaje Braile y de las tecnologías de lectura de pantalla para las personas que no ven. Como si fuera poco, aprendieron a decir “Facebook”, “WhatsApp” y otras cosas más en lenguaje de señas, porque también participaron intérpretes de la Asociación de sordos.

En la sala de 10 años los participantes leyeron un artículo que explica cómo es que los buitres pueden comer carne descompuesta sin afectar su salud. En la sala de ocho y nueve, una lectura más dura les enseñó los avatares de la devaluación del real, la moneda brasilera. Y en la sala de seis y siete años, hablaron sobre la nota publicada en el diario que explica por qué los abuelos son “la rueda de auxilio” en las finanzas familiares. Después de eso, y a modo de homenaje a los mayores que le dan con todos los gustos a sus nietos, la contadora Beatriz Pani leyó una poesía para los abuelos. Y cuando preguntó si les había gustado, se topó con la más cruda sinceridad de la niñez: “sí, seño, es linda la poesía. Pero sería mejor leída por Lucas, el recitador”, disparó alguien. La voluntariosa “seño” quedó sin respuesta.

Una propuesta para generar lectores 

Más de 4.5 millones de niños, jóvenes y adultos participaron ayer de la XIII Maratón Nacional de Lectura que se realizó en unas 15.400 instituciones, escuelas, bibliotecas y plazas de casi 4.000 localidades de todo el país, desde la Antártida hasta el extremo norte. El acto central se realizó en el Zoo porteño con alumnos de escuelas de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense que disfrutaron de una jornada de lectura y recreación.

En Tucumán, los inscriptos para esta experiencia de encuentro con el libro que organiza la Fundación Leer desde hace 13 años fueron casi 157.000, repartidos en todo el territorio provincial.

Apadrinada por Canela y por Nik, la maratón se realizó bajo el lema “entre el libro y el lector, un camino de infinitas lecturas”, en el marco de la idea general que rige esta actividad: “Para que un chico lea no le muestres sólo un libro, mostrale un lector”. Por eso, la invitación a compartir los espacios de lectura también se extendió a las familias de los chicos.

“Nuestro mayor deseo es que los chicos lean y vamos a hacer todo lo posible para acercarlos a la magia de los libros”, aseguró a la agencia Télam Patricia Mejalelaty, titular de la Fundación Leer, organizadora de la actividad.

“Es lindo leer porque te permite conocer lugares maravillosos que tal vez nunca podemos ir; leer te permite imaginar; leer te da compañía”, es una de las consignas de la Fundación Leer. La maratón es auspiciada por el Ministerio de Educación de la Nación, de provincias, de la Ciudad de Buenos Aires y de distintas instituciones.

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