“Una saga irlandesa”

“Una saga irlandesa”

tres generaciones de mujeres dentro de distintas historias.

FUGAZ. McCann presentó Transatlántico durante su breve paso por Argentina. lavozdelinterior.com.ar FUGAZ. McCann presentó Transatlántico durante su breve paso por Argentina. lavozdelinterior.com.ar
20 Septiembre 2015
NOVELA
TRANSATLÁNTICO           
COLUM MCCANN
(Seix Barral - Buenos Aires)

El novelista irlandés Colum McCann (Dublin 1965), residente en Nueva York, ya ha recibido importantes premios literarios, llegó a vender un millón de ejemplares de su novela Que el vasto mundo siga girando y su obra está traducida a más de treinta y cinco idiomas. Sin embargo, la lucidez de su prosa va más allá del significado de estas cifras. Durante su breve paso por la Argentina, presentó su brillante y desgarradora novela Transatlántico.

A la manera de una saga que, en este caso, en vez de mantener una línea cronológica del tiempo va y viene del Siglo XIX al XX y llega hasta el Siglo XXI, recorremos la historia de la hambruna de Irlanda y la relación de esta nación con los Estados Unidos.

Divida en tres partes, la novela lleva el número del año al inicio de cada capítulo. Comienza en 1919 con el primer vuelo transatlántico realizado por dos pilotos heridos de la Fuerza Aérea Británica, desde Terranova (Canadá) hasta Galway (Irlanda). El capítulo siguiente, retrocede en el tiempo. Situados en 1845, vamos de la mano de Frederick Douglass, un negro americano que todavía, técnicamente, es un esclavo y se encuentra en un viaje proselitista por la abolición de la esclavitud. A través de sus ojos, recorremos las pantanosas callejuelas de Dublin, tomadas por la hambruna que no perdona ni a niños ni a mujeres ni a hombres que, en algún momento, habían sido robustos.

Cargada de datos históricos, se reconoce en la novela una sólida investigación. Los personajes basados en casos reales aparecen con sus nombres propios. Así es como uno de los héroes de la postergada independencia irlandesa, se encuentra con Douglass, a quien intenta evitarle un momento desagradable con un racista. “O´Connell le pidió al hombre que se retirara, pero a Douglass le pareció reconocer, por primera vez en su vida, la pequeña derrota de la fama”.

Hay tres generaciones de mujeres en el libro que constituyen su columna vertebral dentro de las distintas historias que se entremezclan. Se trata de personajes de ficción. Una es Lily Duggan, mucama en la casa del anfitrión y editor de Douglass. Lily toma un barco hacia América en buscar de una mejor vida. Su hija menor, Emily Ehrlich es una pionera dentro del periodismo y su nieta Lottie, se casa con un hombre de Belfast (Irlanda del Norte). Así describe a Emily y Lottie “Madre e hija rara vez se separaban, como si hubieran quedado atrapadas en una órbita, cosidas cada una en un extremo”.

La última parte de la novela, narrada en primera persona por Lotiie, que ya tiene 72 años, sucede en la actualidad. Como si las deudas y las geografías se pasaran de generación en generación, Lottie termina en la Irlanda de su abuela, Obama es el presidente de Estados Unidos y ella habla de su descendencia.

© LA GACETA 
 PAULA VARSAVSKY



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