El grito
Ante nuestros ojos la imagen, quieta, muda… grita.

“Lo único que podía hacer era tratar de que el grito de su cuerpo tirado en la arena, fuera escuchado. Entonces pensé que sólo podría lograrlo presionando el obturador de la cámara”.

Desde el silencio de la fotografía de Nilüfer Demir, el grito de Aylan recorre el mundo. Una vez más el fotoperiodismo como huella de la memoria de la humanidad. Una vez más un instante, un click, impulsando el debate en las redacciones. Y en las pantallas, la imagen, quieta, muda… grita.

Aylan es uno más entre miles de inmigrantes muertos a las puertas de Europa, sólo uno. Pero la imagen quieta, muda… grita.

Desde la playa sube a los medios de prensa, viaja por internet, entra a nuestra casa desnudando lo peor de nosotros. Realidad a la que cerramos los ojos, que nos avergüenza.

Pronto olvidaremos tu nombre Aylan, pero tu fotografía de niño dormido en una cuna de arena, frente al azul del mar, en una hermosa mañana de sol, quedará para siempre recordándonos que tu imagen quieta, muda...grita.

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