Gente altruísta de 1887

Gente altruísta de 1887

Los extranjeros ante la epidemia de cólera.

VOLUNTARIOS ITALIANOS. Medalla acordada “al valor civil” de los voluntarios italianos de Tucumán durante el cólera la gaceta / archivo VOLUNTARIOS ITALIANOS. Medalla acordada “al valor civil” de los voluntarios italianos de Tucumán durante el cólera la gaceta / archivo
En las reveladoras páginas de sus “Crónicas y estampas del pasado”, el célebre médico tucumano Gregorio Aráoz Alfaro (1870-1955) recordaba aquella terrible epidemia de cólera que asoló Tucumán entre diciembre de 1886 y febrero de 1887.

Escribe que “por fortuna, como suele ocurrir en las grandes desgracias públicas, en frente de tantas personas paralizadas por el miedo de los egoístas –que sólo buscan escapar al peligro- y de los indiferentes al dolor de los otros, se irguieron valerosamente muchos nobles espíritus, dispuestos a prodigar sus esfuerzos aun a riego de la vida para aliviar los sufrimientos ajenos”.

No sólo hablaba de “los médicos y los sacerdotes, para quienes la abnegación en tales casos es un deber profesional”; y no de las señoras, con frecuencia “preocupadas por socorrer a los que sufren”. Se movilizó también “una falange entusiasta y decidida de hombres, en su gran mayoría extranjeros –italianos, franceses, suizos, españoles- que se entregó con fervor de corazón y con infatigable energía, a cuidar de los enfermos, a transportarlos a los hospitales, a aliviar la situación de las familias diezmadas”.

Ellos constituyeron un “Comité de la Cruz Roja”, y fueron los colaboradores principales de las autoridades y los médicos, “escribiendo así una bella página de noble altruismo en la historia de Tucumán. Sólo más tarde, ya bastante avanzada la epidemia, llegó de Buenos Aires un equipo de médicos y de practicantes, que la Comisión Nacional de Auxilio, presidida por el gran Sarmiento, mandó en socorro de Tucumán, juntamente con recursos de todo orden”.

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