“La autopista de Circunvalación ya no es un viario eficiente”

Carros tirados por caballos, motos y bicicletas cruzan transversalmente la autopista de Circunvalación. A su vez, enormes camiones circulan por una calle paralela a ese camino (la Alfredo Palacios) porque el tránsito está desviado en un tramo debido a unas obras que se iniciaron en 2013. La ciudad ya abraza este trazado. Se funden. Para el arquitecto Héctor Bomba, urbanista y docente de la cátedra de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la UNT, la mencionada autopista es un área de conflicto porque ha perdido el sentido de circunvalación.

“La autopista no tiene una finalidad funcional de derivar el tránsito de periferia a periferia del aglomerado. Ya no es un viario eficiente. Está cerca del corazón de la ciudad y fricciona con los usos urbanos, por ello es común ver a la gente que pasa de un lugar a otro sin que haya elementos de cruce o paso a través de la autopista. Esas fricciones repercuten en la seguridad de los que atraviesan la autopista de manera transversal como los que usan la misma autopista”, describe el docente.

Bomba explica que el crecimiento constante de Alderetes, de Banda del Río Salí y de San Miguel de Tucumán lleva a que los tejidos urbanos tiendan a conectarse, pero que se ven impedidos por la presencia física de la autopista y por el río Salí. Por ello, el docente resalta que aquellos que deciden sobre cuestiones territoriales y urbanísticos tienen una deuda: la de pensar en un trazado alternativo. “Es claro que se presenta la necesidad de un trazado alternativo de circunvalación, que tenga el mismo criterio funcional que la existente, pero que se sitúe al este del área metropolitana. Así tome los flujos de las rutas 38, 157, 9 al sur con la 9 al norte y las articulaciones con el viario nacional del este. Es más eficiente que hacer un anillo, porque el tránsito de la 38 ya está articulado con la autopista que va a Famaillá”, analiza Bomba. Y sobre qué hacer con la actual autopista, el urbanista dice que debería quedar como un elemento interurbano: “como una avenida de doble mano, con rotonda; que sea un viario que no separe y que una”.

Pasado y futuro

La autopista de Circunvalación se comenzó a construir en junio de 1980, y fue diseñada por la Dirección Nacional de Vialidad; entonces, la empresa constructora adjudicataria de la obra fue Ingeco. En abril de 1989 fueron habilitados los primeros 8 kilómetros de una obra que incluía 15 kilómetros en total.

Jorge Correa, jefe del Tercer Distrito Tucumán de Vialidad Nacional, reconoció que como el desarrollo de la ciudad de San Miguel de Tucumán hacia el este es posterior a la construcción de la autopista, eso los obligó a desarrollar obras nuevas para posibilitar el cruce vehicular y peatonal en forma segura (“el puente ya construido sobre avenida Democracia y el puente sobre la calle Guatemala que está en construcción”) y a pensar en el futuro. “Entendemos - informó el funcionario- que el desarrollo de la ciudad en el futuro generará la necesidad de construir un nuevo anillo de circunvalación emplazado más hacia el este que la actual autopista, que Vialidad Nacional está desarrollando a través de su departamento de planificación Vial. Esto además de otros desarrollos viales complementarios tendientes a mejorar la accesibilidad a la ciudad Capital y a los municipios vecinos”.