Romero Lascano queda otra vez al borde del jury

El 25 de agosto pasado se cayó una de las últimas esperanzas que le quedaban a Eduardo Romero Lascano, vocal de la Sala II de la Cámara Penal, para evitar que el Jurado de Enjuiciamiento lo someta a un proceso de destitución o jury. Ese día, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo “no” por segunda vez al magistrado cuestionado por su desempeño en el tribunal que a fines de 2012 absolvió a todos los acusados de delinquir contra María de los Ángeles “Marita” Verón. En teoría, el reinicio del trámite ante el Jurado está supeditado a la recepción del expediente en los Tribunales locales y al tiempo que lleve el levantamiento de la medida cautelar que en abril de 2013 dictaron los camaristas Salvador Ruiz, Sergio Gandur y Marcela Ruiz, quienes sustituyeron a los vocales de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT).

En una sentencia de sólo dos párrafos, el máximo tribunal del país manifestó que sus pronunciamientos no eran susceptibles de ser modificados por medio de los recursos de reposición y de nulidad, salvo circunstancias excepcionales que no concurrían en el caso. “Por ello, desestimamos lo solicitado”, dijeron los ministros Ricardo Luis Lorenzetti (presidente), Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda en alusión a la petición que había articulado el juez para que revisaran la sentencia que habían dictado antes y que rechazó su planteo. En esencia, el camarista pretendía que la Corte de la Nación dé vuelta el fallo de la CSJT que no hizo lugar a sus impugnaciones contra los actos de integración del Jurado de Enjuiciamiento.

La nueva decisión de Lorenzetti, Maqueda y Highton coloca otra vez a Romero Lascano al borde del jury promovido por Susana Trimarco, mamá de “Marita”. Ello porque, en principio, el juez agotó todos los recursos que tenía ante la Corte de la Nación. En esta instancia, sólo le quedaría acudir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero esa vía no impediría que el Jurado reanude el proceso detenido desde 2013. En el ínterin, el alto tribunal compuesto por los vocales Antonio Gandur (presidente), Antonio Estofán y Claudia Sbdar revocó parcialmente la sentencia absolutoria que habían emitido Romero Lascano, y sus ex compañeros de la Sala II, Alberto Piedrabuena y Emilio Herrera Molina. Luego de litigar para que el gobernador José Alperovich les aceptase la renuncia, tanto Herrera Molina como Piedrabuena lograron acceder a la jubilación con el beneficio del 82% móvil. Como consecuencia de ello, ambos quedaron automáticamente afuera del proceso de destitución, cuya meta es evaluar si los jueces han de ser separados de su cargo por incurrir en mal desempeño.

En los últimos tres años, Romero Lascano puso en marcha diferentes pleitos para intentar neutralizar la denuncia de Trimarco, presentación que recibió un trámite express en la comisión de Juicio Político que preside el legislador ultraoficialista Sisto Terán. La judicialización no le dio los resultados esperados, aunque todavía hay litigios abiertos que podrían aliviar su situación. Recientemente, el juez cuestionó en sede judicial la estructuración constitucional del Jurado de Enjuiciamiento, instituto incorporado a la Carta Magna durante la reforma de 2006 que, sin embargo, nunca funcionó. Entre otros reparos, Romero Lascano objeta que el oficialismo ocupe cinco de las ocho sillas que componen el órgano.